El Seminario Menor Diocesano acogió ayer una jornada muy especial al volver a celebrar tras dos años de ausencia por la pandemia la Fiesta de San Juan de Ávila, patrón del clero español. Así, se conmemoró una cita señalada en el calendario de la diócesis para homenajear el servicio sacerdotal de algunos de sus presbíteros, que celebraron distintos aniversarios con 70, 60, 50 y 25 años de dedicación a sus feligreses.
El obispo, Manuel Herrero, ofició la Eucaristía a la que asistieron unos 90 presbíteros. «Damos gracias a Dios por los sacerdotes que tantos años han dedicado al servicio del Señor, de la Iglesia y de las comunidades. A los presentes y a los que ya nos han dejado y a San Juan de Ávila le pedimos que sus actitudes y vida sean un modelo para nosotros. Damos gracias por el ministerio sacerdotal, que hoy se renueva de nuevo y hacemos una invitación a dar nuestra vida entera al Señor», señaló.
Además, el prelado se refirió en su homilía «al gran reto que es estar unidos al Padre y al Hijo, no podemos ser ovejas sueltas, tenemos que caminar unidos», y aludió a la necesidad de «ser también pastores, cuidando la relación con el rebaño que acompañamos recordando las actitudes del Buen Pastor». «Tenemos que seguir dando vida, tanto en nuestra relación entre nosotros, como con los demás, asumir la misión de Cristo y reflejar el amor de Dios. También buscando colaboradores. Los necesitamos y es urgente, sabiendo confiar en los laicos y laicas», concretó.
Homenaje a una larga trayectoria sacerdotal - Foto: DPLas Bodas de Diamante, con 60 años de ordenación que comenzó en 1962, las celebraron Mateo Aparicio Juan, Carlos González Calvo, José Martínez Aragón, Antonino Prieto Pérez, Carmelo Torres Villameriel y Salvador Tejedor Melero. A este grupo se unió Maximiano Barrio Franco y Pedro Mediavilla Redondo, que celebran ya sus 70 años de sacerdocio. En cuanto a las Bodas de Oro, con 50 años de ejercicio sacerdotal desde 1972, las cumplieron Fidel García Merino, Javier Martín Hernando, Alfredo Ramos González y Carlos Rodríguez Hernando. Finalmente, fueron homenajeados en las Bodas de Plata, con 25 años como sacerdotes iniciados en 1997, José Antonio Antolín Palenzuela y Luis Miguel Díez Fernández.
Homenaje a una larga trayectoria sacerdotal - Foto: DPTras el homenaje sacerdotal, Silvia Rozas, directora de la revista Ecclesia, compartió con los asistentes la conferencia Una mujer habla a los presbíteros. Su intervención versó sobre la presencia y el papel de la mujer en la Iglesia. «Es necesario fomentar la formación teológica y pastoral de la mujer y reconocer la realidad de que muchas comunidades siguen vivas gracias a ella. Su presencia en puestos de responsabilidad en la Iglesia es precisa, no tanto desde la reforma de las estructuras, proceso bastante lento, como de que las estructuras sean dinámicas y flexibles, pues la realidad de la Iglesia es muy diversa. Hay que estar atentos a ministerios, por ejemplo relacionados con la escucha y el acompañamiento, que no son exclusivos del sacerdote y pueden llevarse a cabo por hombres y mujeres», dijo. Tras el acto central y la conferencia, la jornada culminó con comida fraterna entre todos los sacerdotes asistentes.