El Día Internacional de las Urgencias y las Emergencias sirvió para que el personal de este servicio saliera a la calle para reclamar una especialidad de Medicina y Enfermería que permita una formación reglada ya que, según este colectivo, «es clave para garantizar la seguridad y la salud de los pacientes».

«Los profesionales hemos tenido que formarnos de forma autodidacta, algo muy complejo y, una vez que se reconozca la especialidad con años de estudio se reportarán muchos beneficios y una mayor calidad asistencial», expone Gonzalo Ibáñez, jefe del Servicio de Urgencias del Complejo Asistencial Universitario de Palencia (Caupa).

La concentración reivindicativa para que elMinisterio de Sanidad actúe fue seguida por el turno de mañana de un servicio que cuenta con una plantilla de 24 médicos, 30 enfermeras y 20 técnicos auxiliares de Enfermería (TCAE). «Esta pandemia ha puesto de manifiesto la necesidad de tener profesionales formados y se trata de un punto de inflexión para ver la importancia que tiene el personal de Urgencias y Emergencias y que, por ello, hay que cuidarlo y valorarlo», concretó.

En el manifiesto leído ayer se recuerda que esta especialidad está reconocida en toda Europa y en más de 100 países de todo el mundo. «Necesitamos que aquí se abandone el aislamiento actual y el immovilismo y se dé un paso hacia adelante al necesitarse servicios estructurados, uniformes y homogéneos,  además de plantillas estables y  formación  validada, en base a estándares europeos, para hacer frente a cualquier situación con garantías», reclamaron los profesionales.

Además, se recuerda que los servicios de Urgencias y Emergencias trabajan solos y se encuentran con situaciones de lo más diversas. «Igual se organiza la asistencia en una catástrofe que se atiende a un traumatizado en un accidente de tráfico, se estabiliza una insuficiencia respiratoria en un niño o se atiende un parto de urgencia», concluye el manifiesto.