Los restos de la presencia romana en lo que hoy es Palencia se cuentan por centenares, con La Olmeda como principal exponente. Uno de los más curiosos y singulares lo encontramos en Velilla del Río Carrión, donde hace 2.000 años abrieron el túnel denominado de la Gerijuela como parte de un canal de abastecimiento de agua dentro del importante conjunto de minería aurífera que se extiende por ambas márgenes del río Carrión, donde se estima un volumen de materiales removidos de doce millones de metros cúbicos. 

Conscientes de su potencial como reclamo turístico, el Ayuntamiento trabaja en la puesta en valor del bien patrimonial. Así, se proponen la habilitación de accesos por ambas entradas, el desbroce y retirada de tierras en un tramo de 200 metros, la habilitación de una plataforma-mirador en el tramo sur, la colocación de una barandilla, la construcción de una escalera y la señalización y divulgación de todo el conjunto. Un proyecto del ingeniero de Minas Roberto Matías  presupuestado en 52.000 euros, para el que se pide la colaboración de la Diputación y la Junta.  

«La adecuación y puesta en valor del conjunto de la Gerijuela resulta de suma importancia por su excepcional estado de conservación y proximidad a un núcleo urbano, lo cual es extraordinariamente raro en la minería aurífera del noroeste Ibérico», resaltan los promotores del proyecto. Asimismo, subrayan que «es una parte muy importante del patrimonio histórico municipal», y, como tal, «puede tener una buena aceptación del turismo cultural, al ser algo único en Castilla y León y en España».

El oro romano como reclamo turístico

Sobre los restos que quedan del canal romano de abastecimiento conocido como Camino de Los Moros, actualmente se conservan tres estructuras principales: un túnel en la roca (picado con herramientas de hierro y provisto de lucernarios), una entalladura a sección completa y una semiexcavación en ladera. 

Estas infraestructuras corresponden a los conocidos como Camino Griego (margen derecha) y Camino de Los Moros (izquierda), canales de abastecimiento para la explotación de los aluviones auríferos, que se extienden a lo largo de treinta kilómetros por ambas márgenes del Carrión desde Camporredondo de Alba hasta Mantinos.