Una larga espera de 23 años para 'La Tejera'

Carlos H. Sanz
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La ciudad aguarda desde 1999 para disponer de un centro de congresos en la antigua fábrica de tejas. Un proyecto gafado y plagado de errores que vuelve a estar cerca de ser realidad

Una larga espera de 23 años para ‘La Tejera’ - Foto: Eva Garrido

Veintitrés años... y subiendo. Ese es el tiempo que la capital lleva esperando a que se materialice su ansiado centro de congresos y exposiciones, un proyecto que vuelve a estar cerca de ser una realidad después de que el Consejo de Ministros desbloquease la semana pasada el convenio entre el Ministerio, la Junta de Castilla y León, el Ayuntamiento de la capital y la Diputación por el que se invertirán 5.366.552,19 euros en transformar la antigua fábrica de tejas en un espacio multidisciplinar. Cifra a la que habrá que sumar otros 500.000 euros procedentes de las arcas muncipales para completar la urbanización exterior. 

Si algo ha enseñado La Tejera a los palentinos es que todo lo que puede ir mal, irá mal, y que por mucho que parezca que ahora sí, que las obras se ponen en marcha y que por fin la ciudad dispondrá de una ansiado centro de congresos, nunca hay que vender la piel del oso.

Fue en junio de 1999, cuando el arquitecto Patxi Mangado presentó en el Ayuntamiento la maqueta de su proyecto para convertir la antigua fábrica de tejas y ladrillo de Cándido Germán en un palacio de congresos. Desde ese día, hasta que por fin se licitaron, adjudicaron y comenzaron las obras pasaron siete años. El 10 de marzo de 2005 se publicó el anuncio de licitación de las obras con un presupuesto base de 6.490.468 euros. La obra de remodelación se adjudicó el 2 de agosto de 2005 por un importe de 5.656.443 euros y un plazo de ejecución de 36 meses a la unión de empresas formada por las empresas Ortiz y Condisa, que comenzó las actuaciones un 26 de enero de 2006.

surgen los problemas. Los problemas aparecieron antes incluso de que comenzasen los trabajos, hasta el punto de que en 2018 se aprobó la primera modificación del proyecto que supuso un  incremento  4.072.733 euros, un aumento del 72% sobre el proyecto inicial, que asumió el Ministerio de Vivienda. Por aquel entonces, ya se sabía que el problema radicó en que el Gobierno no actualizó los precios antes de licitar las obras y en que aceptó una baja que a la postre se demotró temeraria.

Con el plazo de ejecución más que superado, el 23 de noviembre de 2010, el Ministerio de Fomento anunció que la empresa adjudicataria cedía el contrato a la empresa Volconsa y que el plazo para la finalización de las obras se ampliaba a mediados de 2012.

En 2011 cambia el Gobierno, tanto de la capital (mayo) como de España (diciembre). Una de las primeras acciones del nuevo alcalde, Alfonso Polanco, es desplazarse al Ministerio de Vivienda a pedir explicaciones. Allí les comunicaron que era preciso realizar un nuevo modificado por 4,5 millones, de los que 1,5 tendrían que ser aportados por el Ayuntamiento. El 29 de diciembre de 2011 llega al Ayuntamiento la resolución de la Dirección General de Arquitectura del Ministerio de Fomento con la suspensión temporal total de las obras.

cambio de gobiernos. La gestión del proyecto no fue más rápida ni solvente con el PP al frente. Tras meses de negociaciones, el Ministerio de Fomentó lanzó un concurso de ideas que ganó el proyecto Ready Made, de la UTE Rueda Pizarro, antonioyconsuelo y Gran Vía 408. El objetivo no era otro que aprovechar todo lo construido hasta entonces, un 30% del proyecto original, para dotar a la ciudad de un centro de congresos. Ya no se trataba de un palacio.

En noviembre de 2016, el Gobierno, la Junta, el Ayuntamiento de la capital y la Diputación escenificaron en el centro cultural Lecrác la colocación de la «primera  piedra virtual» de LaTejera, con la previsión de que abrirá sus puertas en 2019. Los ganadores del concurso se pusieron manos a la obra para desarrollar el proyecto definitivo pero pasaron los meses sin que se volviese a saber nada del inicio de las obras. La llegada de Pedro Sánchez a La Moncloa en junio de 2018 tampoco generó ningún avance.

En mayo de 2019, la coalición PPy Ciudadanos entró en el Ayuntamiento, y el nuevo alcalde, Mario Simón, asumió el reto de desbloquear las obras de La Tejera. En diciembre de 2020, el Consejo de Ministros anunció la autorización para la suscripción del nuevo convenio a cuatro bandas. 

Las administraciones prepararon sus presupuestos pero, de nuevo, un jarro de agua fría paralizó la tramitación de las obras. Los técnicos del Ministerio avisaron en febrero de este año que sin actualizar el precio de licitación, el riesgo de que el contrato quedase desierto era muy elevado. Por eso, se acuerda y gestiona una adenda que es la que recientemente ha autorizado el Gobierno de España. El siguiente paso, la firma del convenio y la licitación de las obras. ¿Cuándo? En teoría, antes de que acabe el año... pero seguro que La Tejera no ha agotado su capacidad de dar disgustos.