Mención especial para Pablo Quijano en la Seminci

Rubén Abad
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El jurado valora el universo que ha creado en 'Marinera de luces' el joven saldañés en torno a Vera, la protagonista de la cinta, y su ejercicio de denuncia «tan bello como cruel»

Mención especial para Pablo Quijano en la Seminci - Foto: ALBERTO MINGUEZA

El joven director de cine y actor Pablo Quijano, natural de Saldaña, está de enhorabuena. Su cortometraje Marinera de luces, rodado íntegramente en su localidad natal, ha recibido una mención especial del jurado de Castilla y León en Corto en el marco de la 66º Semana Internacional de Cine (Seminci) de Valladolid.


Un galardón muy especial para el artista, en el que el jurado (Andrea Diéguez, Alejandro Renedo y Andrea Trepat) ha valorado su capacidad para generar en la cinta «un universo tanto en lo narrativo como en lo estético, a través del cual lleva a cabo un ejercicio de denuncia tan bello como  cruel». 


Además, Quijano ha tenido la suerte de que su corto ha sido proyectado en dos ocasiones en el transcurso de la Seminci: una en el histórico Teatro Zorrilla y otra en la Sala Fundos. La primera de ellas dentro de la sección Quercus, una iniciativa de la Coordinadora de Festivales de Cine de Castilla y León (Feccyl) con el patrocinio de la Consejería de Cultura y Turismo de la Junta de Castilla y León, cuyo objetivo es dar una proyección nacional e internacional a cortometrajes realizados en la comunidad. La segunda, en el apartado de Castilla y León en Corto,  que exhibe trabajos realizados por directores de la región o que se han rodado en ella.


«La experiencia de participar en la Seminci ha sido muy bonita», afirma Quijano. «Los festivales son lugares increíbles para conocer gente del cine, compañeros y personas a las que admiras. Fue un lujo total», añade el joven, que optaba a la Espiga Arcoíris, reservada para trabajos que pivotan sobre el colectivo LGTBI+.


En Marinera de luces Pablo Quijano narra la historia de Vera (interpretada por la actriz Laura Corbacho), una chica transexual que vive en un pueblo de provincias obsesionada con que nadie de su entorno la mira como a una mujer de verdad. 


Todas sus amigas tienen pareja, y viven una vida amorosa en plena efervescencia propia de su edad, mientras que ella, aunque se mira en el espejo y se siente bien, se encuentra totalmente sola, a la espera de un marinero de luces (como el popular tema de Isabel Pantoja) que nunca llega.