Carricerín cejudo, una especie vulnerable

Rubén Abad
-

Los humedales españoles, como la laguna de la Nava, juegan un papel esencial para concluir con éxito los viajes migratorios del carricerín cejudo. Global Nature y LIFE Paludicola piden una mayor figura de protección

Carricerín cejudo, una especie vulnerable

El equipo de trabajo Fundación Global Nature/LIFE Paludicola ha solicitado formalmente al Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico la inclusión del carricerín cejudo -una de las especies de la Laguna de la Nava- como vulnerable en el Catálogo Español de Especies Amenazadas (CEEA). La solicitud está acompañada de documentación científico-técnica, para que la petición sea trasladada a la Comisión Estatal para el Patrimonio Natural y la Biodiversidad y el Comité de Flora y Fauna Silvestres que valorarán en último término la decisión.


Este es el caso de una pequeña ave de apenas 13 centímetros y 11 gramos, lo que equivale a una cucharada de azúcar, el ave paseriforme más amenazada de Europa continental. De hecho, la UICN considera la situación del carricerín cejudo como vulnerable a nivel mundial y en los documentos que se aportan con la solicitud se reafirma esta misma situación para España. 


Analizando su tendencia poblacional, se estima que el número de machos cantores no supera los 11.000 ejemplares, cuando hace 20 años era de 20.000. Los informes presentados también muestran cómo en los últimos diez años se ha reducido su área de ocupación un 70,2 por ciento, y actualmente solo cuatro países, Bielorrusia, Lituania, Polonia y Ucrania mantienen poblaciones reproductoras.


El carricerín cejudo es capaz de recorrer más de 6.000 kilómetros durante sus migraciones estacionales. Un viaje desde el este de Europa -donde se reproduce- hasta el África subsahariana -donde inverna-. En nuestro país, el carricerín cejudo, no se reproduce, solo transita durante sus viajes migratorios. En este sentido, los humedales ibéricos juegan un papel esencial para concluir con éxito sus desplazamientos, especialmente antes y después de atravesar el desierto del Sahara y el mar Mediterráneo.


La petición cuenta con el apoyo nacional e internacionales de 32 entidades medioambientales y 16 investigadores expertos en la especie. El documento oficial de argumentación científica está respaldado además por otros dos documentos: unas bases científico-técnicas y un borrador de estrategia de conservación del carricerín cejudo en el conjunto de España que facilitarán el futuro trabajo de los técnicos del Ministerio y de las Comunidades Autónomas.


Así, se espera contar con el mayor apoyo posible para completar con éxito esta iniciativa que otorgaría al carricerín cejudo un mayor grado de protección y garantizaría mejores herramientas de gestión y conservación tanto a nivel estatal como autonómico, y que podrían extenderse a otras especies de ambientes acuáticos amenazadas como el carricerín real o el bigotudo.


Proyecto LIFE Paludicola. El proyecto LIFE Paludicola, es una iniciativa europea que tiene como objetivo frenar el descenso de las poblaciones de carricerín cejudo trabajando en la restauración y gestión del hábitat de los humedales que utiliza durante las migraciones. Para ello, durante cuatro años se ha hecho un seguimiento exhaustivo de la especie y establecido zonas de anillamiento científicos durante los pasos migratorios para estudiar sus desplazamientos y distribución.


Este proyecto desarrollado por la Fundación Global Nature y la Junta de Castilla y León, cuenta con el apoyo del instrumento financiero LIFE de la Unión Europea, de la Fundación Biodiversidad, del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, la Conselleria de Agricultura, Medio Ambiente, Cambio Climático y Desarrollo Rural de la Generalitat Valenciana, el Ayuntamiento de Torreblanca (Castellón), la empresa Infertosa y Santander Consumer Finance a través de su Programa de Tarjeta Ecológica Hazte Eco. También colabora la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha.


voluntariado ambiental. El carricerín cejudo solamente cría en Ucrania, Bielorrusia y Polonia, pero en el transcurso de su viaje migratorio hacia tierras africanas para pasar la época invernal, hace parada obligatoria en el humedal de Fuentes de Nava, uno de los espacios del interior ibérico donde aprovecha para dar descanso a sus alas. 


Por ello, la Fundación Global Nature pone en marcha periódicamente -la última edición en agosto del pasado año- un programa de voluntariado ambiental en el humedal de La Nava. Se trata de una iniciativa organizada por sexto año consecutivo y ofrece a los participantes la posibilidad de conocer directamente el valor de los ecosistemas más amenazados de todo el continente europeo como son los humedales y, en concreto, las lagunas de la comarca de Tierra de Campos ubicadas en los municipios de Fuentes de Nava, Boada y Pedraza, desecadas hace más de medio siglo y recuperadas en las últimas décadas.


«El carricerín cejudo es muy escaso y se consigue capturar y anillar solamente dos o tres ejemplares en un día. Se trata de una especie muy común en estas lagunas», explica Carlos Zumalacárregui, técnico de Global Nature.