El derribo de El Toro dejará paso a viviendas

Carlos H. Sanz
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Dos meses después del inicio de las obras, el edificio ubicado en la calle Mayor ha quedado reducido a escombros

El derribo de El Toro dejará paso a viviendas - Foto: Óscar Navarro

Los operarios de la empresa Vian Valdajos se afanaron durante toda la jornada de ayer en retirar los últimos escombros del edificio de viviendas y locales comerciales del número 2 de la travesía del Secretario Vázquez, uno de los inmuebles más conocidos del centro capitalino porque uno de esos locales, el que daba a la calle Mayor, albergó durante décadas la zapatería El Toro.

Prácticamente dos meses después de que comenzasen los trabajos de derribo, ya no queda nada de la estructura del inmueble, que el martes fue derribada en su totalidad «tal y como estaba programado», según confirmó a este periódico  la empresa palentina East Atlantis Port, liderada por Conrado Merino Inyesto, el presidente de la Cámara de Comercio de Palencia, que en junio del año pasado solicitó la licencia de derribo, la cual fue aprobada a finales de enero.

Esos últimos trabajos de demolición realizados en la tarde del martes sí que causaron, sobre las 19,46 horas, una avería de suministro eléctrico que afectó a varios establecimientos y domicilios de la calle Mayor y que fue subsanada por Iberdrola, según informó el parte de sucesos emitido ayer por la Policía Local. Además, también se alertó durante la mañana de la rotura de una tubería.

Una vez acaben las tareas de desescombro, East Atlantis Port podrá comenzar la construcción de un nuevo edificio, que en principio se dedicará a viviendas pero del que aún no se conocen sus características. Sí se sabe que tendrá una altura más que el que ahí lució durante décadas (tres más el bajo) y que se retranqueará hasta la alineación a calle de las fachadas, con la condición de que en las ventanas balconeras de la última planta no se colocará recercado alguno y que todas las carpinterías exteriores del edificio serán de madera.

Solo en el supuesto de que no comiencen las obras de la nueva edificación seguidamente al derribo del inmueble, la parcela se deberá vallar con materiales de albañilería, de forma que no sea visible su interior desde la vía pública. Según la licencia de obras para el derribo el edificio, a cuyas viviendas se accedía desde el callejón junto a la casa consistorial, tenía una superficie construida total de 895,10 metros cuadrados. 

Su ubicación en el casco histórico de la ciudad obligará a realizar la intervención arqueológica prevista en la normativa urbanística municipal cuando comiencen las obras de edificación del nuevo inmueble. 

De hecho, la Comisión Territorial de Patrimonio Cultural de la Junta de Castilla y León ha estado muy pendiente en todo momento de esta actuación, hasta el punto de que en un principio denegó su autorización al derribo, «dado que el proyecto de sustitución presentado no conservaba la imagen tradicional de las fachadas del edificio».

East Atlantis Port presentó una nueva propuesta en la que se garantiza que la nueva construcción conservará «la imagen tradicional y la composición original de dichas fachadas», por lo que Patrimonio Cultural terminó por autorizar el derribo del edificio, que se encontraba en un evidente estado de deterioro.

De esta forma, la calle Mayor ha dicho adiós a uno de sus edificios más característicos y dejará paso a una nueva construcción que modernizará la imagen de la principal vía comercial de la ciudad.