Recibido por la multitud en la provincia de Palencia

Rubén Abad
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Pueblos como Aguilar, Ampudia, Astudillo, Baltanás, Dueñas, Grijota, Guardo y Osorno celebran la entrada en Jerusalén. Algunos organizan procesiones, otros desfiles vivientes y en el resto eucaristías y bendiciones de ramos

Recibido por la multitud en la provincia de Palencia

El Domingo de Ramos se vivió ayer con gran devoción y especial interés de norte a sur de la geografía provincial, donde una multitud -como ocurriera en Jerusalén, según recogen los evangelios- celebró la entrada triunfal de Jesucristo. Una festividad que se repitió en localidades como Ampudia, Astudillo, Baltanás, Becerril de Campos, Carrión de los Condes, Grijota, Guardo, Osorno, Paredes de Nava, Saldaña o Velilla del Río Carrión, por citar algunos ejemplos.

Algunos organizaron procesiones, otros apostaron por desfiles vivientes -caso de Astudillo- y en el resto los actos se limitan a la misa y la bendición de ramos. En este último grupo figuró por vez primera Guardo, donde la real cofradía de la Virgen de la Soledad y el Santísimo Cristo de las Cinco Llagas decidió suspender este año el desfile aquejada de falta de braceros.

El medio rural pudo presumir, una vez más, del impresionante arte sacro que atesoran sus iglesias, con tallas centenarias de gran valor sentimental y artístico. En otros, las imágenes son de factura moderna, pero igualmente bellas al representar todas ellas uno de los momentos más emotivos de la Semana Santa, y que los palentinos celebran con gran devoción.

Lo que no faltó en ninguno de estos pueblos fueron las bendiciones de ramos a cargo de sus respectivos párrocos, que los feligreses se llevaron después a sus casas, donde los lucirán en un lugar destacado durante todo el año. En algunos casos, vistosas palmas que superaban los dos metros de altura;en otros, ramas de olivo, laurel o cualquier otro arbusto o árbol que tuvieran cerca.