Unas cuarenta personas pasan cada semana, concretamente los lunes, por la unidad de Inmunoterapia del Caupa, donde reciben un tratamiento etiológico para frenar los síntomas que provoca la alergia. Este consiste en una vacunación al mes durante un periodo que oscila entre tres y cinco años. Se trata de una terapia que se está aplicando asiduamente en el área de Alergología desde 2004.
De hecho, la buena práctica clínica provocó que la Sociedad Española de Alergología e Inmunoterapia Clinica (Seaic) acreditara al centro hospitalario palentino como Unidad de Inmunoterapia Avanzada el pasado mes de febrero. La distinción únicamente se ha concedido a cuatro hospitales en España, entre ellos el Reina Sofía de Madrid o el Universitario Donostia. Para conseguir la acreditación de la Seaic se ha modificado algo el espacio asignado a la inmunoterapia dentro de la consulta de la unidad de Alergología, ubicada en la primera planta del edifico de consultas externas del hospital Río Carrión, facilitando el acceso directo de los pacientes desde la consulta 108 donde se administra hacia la sala donde esperan antes de ser reevaluados. De esta forma, se ha conseguido una vigilancia más estrecha de los pacientes durante la administración del tratamiento.
Este importante reconocimiento, que cuenta con una validez de cinco años, mejorará aún más la seguridad de la administración de este tratamiento y permitirá poder implementar el manejo de los datos y su aprovechamiento futuro. «Sin duda, estamos convencidas de que mejorará la práctica clínica habitual. De alguna manera, deseábamos que dicho trabajo fuera reconocido», explican fuentes del Caupa.
Las vacunas se inoculan en un brazo. El paciente, tras el pinchazo, debe esperar unos 30 minutos en el hospital bajo vigilancia médica. Después se verifica su estado. Si no presenta reacción, puede marcharse a casa y volver según la cita correspondiente. En cambio, si surge alguna es tratada correctamente en el momento agudo para valorar, posteriormente, si se precisa un cambio de dosis o algún otro ajuste a dicho tratamiento, comentan desde el área de Alergología, que ha aplicado 1.400 dosis en el último año.
«Con este tratamiento, disminuye la alergia del paciente» manifiesta Cabrerizo, quien explica que este procedimiento se viene aplicando tanto en adultos como en población pediátrica. Reduce el uso de fármacos, de aerosoles y de antihistamínicos para evitar los síntomas provocados por esta patología.