Durante el desarrollo del partido Palencia Cristo Atlético-Llanera se produjo un incidente que pasó desapercibido para la mayor parte de los aficionados que se dieron cita en las gradas.

En el minuto 51, el colegiado del encuentro, el vigués Gabriel Quintairos Rial, paró el partido, llamó al delegado de campo y le indicó que a través de megafonía se transmitiese que se dejasen de proferir insultos racistas al guardameta del cuadro asturiano desde la grada. Entre que venían de uno de los fondos, el norte, y que la megafonía se oye de aquella manera, casi pasó desapercibido.

Pero era evidente que el colegiado iba a indicar esa incidencia en el acta y así ha sido. Así señala que «un grupo de aficionados identificados como pertenecientes al club CDPalencia Cristo Atlético por portar banderas e indumentaria con los colores y escudo de dicho club, así como por sus gritos de ánimo durante todo el encuentro, se dirigieron al portero del club UDLlanera, Martín Mapisa, en reiteradas ocasiones gritándole expresiones tales como: «¡Mono! ¡Macaco!». Estos hechos fueron puestos en conocimiento del delegado de campo, realizándose un minuto después un aviso por la megafonía del estadio para que cesase dicho comportamiento. Tras realizarse dicho aviso, no volvimos a detectar que se repitiesen estos gritos ni que hubiese más incidentes», indica. 

reacción inmediata. En la entidad morada han reaccionado de forma inmediata. En primer lugar, en un duro comunicado que titula No al racismo en el deporte, perdón MartínMapìsa, han mostrado al portero de Zimbabue sus disculpas «en nombre del club y de toda nuestra afición. Nadie se merece estos insultos que no representan a nuestro club ni a nuestra afición. No hay lugar en el deporte ni en la sociedad para ningún tipo de comportamiento discriminatorio. Un comportamiento tan repulsivo va en contra del espíritu deportivo, de los valores de nuestro club y una falta de respeto total a todas las personas que con su trabajo y esfuerzo tratan de que el fútbol sirva de referente de unión entre diferentes comunidades, sectores sociales y países de todo el mundo», afirma en el escrito que recalca que «estos incidentes no hacen más que reforzar el compromiso de nuestro club en la lucha contra todas las formas de discriminación. El club tomará medidas al respecto aplicando el castigo más duro posible a todo/s los responsable/s», avisa.

El club morado está investigando los hechos, pero se encuentra con el problema que no funciona el circuito de  cámaras de televisión en las gradas que está instalado desde la inauguración del estadio, por lo que no hay grabación alguna. Así que piden públicamente «la colaboración de las personas que hayan observado al responsable/s de estos insultos al fin de identificarlo y tomar las medidas oportunas». Y va más allá, no quedándose en las disculpas y la reprobación. «Desde el club esperamos que la colaboración solicitada surta efecto y se logre culminar la identificación del responsable. De no ser así, el club no puede dejar de actuar en consecuencia y ante la falta de identificación del responsable/s se procederá a cerrar el sector del fondo norte (entre otras medidas) desde el cual se produjeron dichos comportamientos repulsivos e intolerables, para el próximo encuentro en La Balastera». Encuentro del probable cierre voluntario del sector fondo norte (a no ser que aparezcan los culpables) que sería ante elPontevedra, el último partido de la liga regular donde los morados podrían jugarse el play-off y los gallegos, el ascenso directo. Será el 14-15 de mayo.

La directiva justifica esta decisión. «Nuestros aficionados deben entender que si no se actúa no tiene ningún sentido mostrar en un escrito una condena ya que quedaría en el olvido. Ante estos casos se ha de actuar, todo el mundo, nosotros los primeros para mostrar ejemplo. Los que lo han escuchado deben de identificarlo porque los hechos dañan al club, daña a los aficionados responsables que son la inmensa mayoría y sobre todo daña a nuestra ciudad y al espíritu deportivo». Añade que «acudir a un evento deportivo, en nuestro caso un partido de fútbol, aunque esto da igual, sea el evento que sea, se ha de convertir en una fiesta, en unión y sobre todo respeto entre aficiones y deportistas mas allá de la rivalidad deportiva y a personajes que entrañan odio en lugar de valores y deportividad. Hay que expulsarles de este mundo cueste lo que cueste».

Por ello, la entidad morada espera «vuestra colaboración, afición.Sabemos que la gran mayoría sois ejemplares en esto, pero debemos entre todos ponernos manos a la obra y sacar de nuestro deporte a este tipo de personas que manchan nuestro deporte. Son un pésimo ejemplo para nuestros hijos y para los valores que debe de tener el fútbol».

El Palencia Cristo Atlético tendrá que esperar ahora la decisión del Comité de Competición por este incidente. Es indudable que habrá sanción económica.Habrá que ver en qué cuantía y si también habrá otras medidas disciplinarias sobre el estadio.