Las familias de las niñas de Aguilar piden diligencias

DP
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Desde que se retomaron las actuaciones, cuyo secreto fue a principios de marzo por la magistrada, la Benemérita ha inspeccionado un total de 7.414 coches del modelo Seat 127 en seis provincias

Los representantes legales de las familias de las niñas de Aguilar de Campoo desaparecidas hace treinta años en Reinosa han remitido al juzgado número 2 de Cervera de Pisuerga las alegaciones derivadas de la investigación llevada a cabo la Guardia Civil durante los casi seis meses de secreto de sumario, tras la reapertura de la causa, el pasado verano con motivo de una nueva línea de investigación.

Junto a las mismas, solicitan a la jueza instructora que autorice la práctica de una serie de diligencias que consideran «de sumo interés para avanzar en este caso». Los letrados de los familiares de Manuela Torres y Virginia Guerrero, a las que se vio por última vez en abril de 1992 cuando hacían auto-stop para regresar de la localidad cántabra a la palentina, consideraron «insuficientes» las actuaciones llevadas a cabo durante el secreto de las actuaciones.

De ahí que hayan presentado, con fecha de 30 de marzo, un escrito de alegaciones con la práctica de nuevas diligencias relacionadas con las pesquisas realizadas hasta ahora, han informado en un comunicado desde el despacho legal, partidario también de reiterar otras que ya fueron planteadas en el informe criminológico presentado con anterioridad ante la autoridad judicial, que acordó la reapertura del caso en junio de 2021. Los abogados de los allegados de las víctimas confían en que estas diligencias sean autorizadas para esclarecer la desaparición de Manuela y Virginia, dar con el autor o autores implicados en la misma y saber qué ocurrió.

La Guardia Civil rastreó más de 7.400 vehículos Seat 127 desde la reapertura de las diligencias de investigación por la jueza titular, meses después de que una mujer alertara en un programa de televisión de que un año antes de la desaparición de ambas menores, de 13 y 14 años, y en la misma zona, había escapado de un varón a cuyo Seat 127 blanco se había subido. Desde que se retomaron las actuaciones, cuyo secreto fue a principios de marzo por la magistrada, la Benemérita ha inspeccionado un total de 7.414 coches de ese mismo modelo y marca en seis provincias, 68 de ellos en la misma zona en la que Virginia y Manuela fueron vistas por última vez. Entre las pesquisas realizadas figura, además, la toma de declaración por parte de los agentes al propietario del 127 al que se subió la denunciante, que curiosamente no es blanco, sino de color marrón. 

Si bien fue plenamente identificado, ha sido desvinculado del caso tras haber sido incluso pinchado su teléfono y la instalación de un dispositivo de seguimiento en su actual turismo.