Cervera recibe a tres nuevos refugiados ucranianos

Jesús Hoyos
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La localidad de Resoba acogió hace unos días a varias personas que huían del conflicto. La cabecera de comarca dispone de dos pisos cedidos por vecinos para que se instalen de forma temporal

Los tres conductores y la familia ucraniana, durante el viaje de 2.600 kilómetros que terminó el viernes por la noche.

La comunidad ucraniana de Cervera de Pisuerga sigue aumentando. Si el día 15 fueron seis los refugiados de la guerra que recalaron en el municipio gracias a la generosidad de los vecinos, el viernes por la noche llegaron una mujer, su hija y su nieto.

Habían escapado de Kiev y querían llegar hasta España ya que conocían a Victoria, una de las mujeres que se habían instalado en la localidad de Resoba. El alcalde de Cervera, Jorge Ibáñez, contactó con Eugenia Lysoba, la ucraniana residente en Paredes que ha colaborado en la recepción de refugiados. «Teníamos disponibilidad para ubicarlos aquí, pero no medios. Ella contactó con un chico de Siles (Jaén), Juan Aracil, que se había ofrecido y su Ayuntamiento y vecinos le han apoyado para que pudiera hacer el viaje», explica Ibáñez, que resalta el «corazón enorme» del jienense y el «especial recuerdo» que desde ahora tendrá para su pueblo.

Partió el lunes junto a dos venezolanos miembros de una ONG y el viernes pasaron su primera noche en Cervera tras un viaje «en el que han ido a gusto, incluso con momentos divertidos dentro de lo duro que es». Ahora se encuentran ubicados en el albergue, que ha cedido dos habitaciones de manera gratuita. A lo largo de la próxima semana, que dedicarán a cumplimentar el papeleo necesario, se reunirán con las otras dos familias ubicadas en Resoba. «Sus vecinos nos han ayudado mucho, hemos tenido un apoyo muy fuerte y nos han facilitado integrarles en su pueblo», añade el alcalde cerverano.

La madre, Zhanna Svitlychna, habla inglés, «por lo que todo está siendo más sencillo». Además, el vínculo que existe entre las familias «es una ayuda para integrarlos». Cervera dispone de dos pisos cedidos por vecinos para reubicar a los refugiados y el Ayuntamiento está a la espera de conseguir un apartamento más. La intención es que aprendan nociones básicas de castellano -algo que están haciendo gracias a la academia El Valle- para «poderles dar un futuro laboral». Ibáñez destaca la buena acogida de los vecinos y su colaboración económica. Esta semana abrirán una cuenta para ayudar a su sostenimiento.