El comercio de San Pablo reabre para un barrio más solidario

Carlos H. Sanz
-

La presidenta, Rebeca Pérez, urge la limpieza y el mantenimiento del barrio y confía en que se puedan celebrar las fiestas en julio aunque sea con actividades más pequeñas

El comercio de San Pablo reabre para un barrio más solidario - Foto: Óscar Navarro

El barrio de San Pablo y Santa Marina afronta la desescalada «de la mejor forma posible» y con la incertidumbre de «qué va a pasar» en los próximos meses. «No depende de nosotros, pero desde la Asociación de Vecinos nuestro principal objetivo va a ser el mismo de siempre: luchar por conseguir que el barrio esté bien y que sus vecinos puedan satisfacer las necesidades que tengan», relata su presidenta Rebeca Pérez.

La vuelta a la normalidad en el barrio, cuenta la responsable del colectivo vecinal, se deja notar sobre todo en el comercio local, «creo que están abiertos todos», asevera, pero aún hay bares que no han levantado la verja. «Hay pocos bares abiertos», reconoce Rebeca Pérez.

La falta de terrazas no ha impedido que sus vecinos se echen a la calle, quizá sin el cuidado necesario. Así lo cree la presidenta de la asociación de vecinos, que opina que «todo va demasiado deprisa». 

El comercio de San Pablo reabre para un barrio más solidarioEl comercio de San Pablo reabre para un barrio más solidario - Foto: Óscar Navarro«Hemos estado muchos días confinados, sin salir, y ahora buscamos excusas para evitar entrar en casa», sostiene Pérez, que reconoce su preocupación por ver a gente «que no respeta las medidas de seguridad, las distancias, el uso de mascarilla, los horarios...».

«El virus va a vivir con nosotros y tenemos que empezar a hacer vida normal pero sin olvidar que está ahí y es peligroso», sostiene.

Esta situación hace que el colectivo vecinal no se haya pronunciado todavía sobre la celebración de las fiestas populares, que se celebran tradicionalmente la tercera semana de julio. «De momento, no vamos a renunciar a las fiestas. No sabemos qué puede pasar y cómo vamos a estar de aquí a julio, aunque lo lógico es que no se podrán hacer unas grandes fiestas pero quizás sí podamos hacer algo pequeñito para animar a los vecinos, comercios y bares», relata la presidenta del colectivo.

El comercio de San Pablo reabre para un barrio más solidarioEl comercio de San Pablo reabre para un barrio más solidario - Foto: Óscar NavarroEso sí, Rebeca Pérez, avisa de que «siempre se tendrá en cuenta la salud» por lo que «si se hace algo será con todas las medidas de seguridad necesarias». Otro requisito, que el Ayuntamiento asegure el pago del convenio general. «A día de hoy, no sabemos qué va a pasar con ese tema, y basta con recordar que acabamos de cobrar el convenio de Carnaval... todo va despacio», puntualiza.

Más vecindad. El barrio de San Pablo y Santa Marina no ha sido ajeno a los efectos del confinamiento. «Para los  empresarios del barrio, esta situación ha sido dura para aquellos que han tenido que cerrar. Y la incertidumbre actual afecta a todos por igual», comenta. 

«Y en cuanto a necesidades de limpieza, mantenimiento, obras... pues nula, como siempre. El virus ha sido la excusa perfecta para seguir sin hacer nada», opina la presidenta del barrio.

Rebeca Pérez sí ha visto un lado positivo. «Creo que los vecinos se han conocido más, se han ayudado, han sido más solidarios... Espero que siga siendo así», sostiene.

En cuanto a las reivindicaciones urgente para el barrio, la presidenta de la asociación de vecinos insiste en su lista de peticiones al Ayuntamiento. «Son las que pedimos siempre pero no se realizan, como una mayor limpieza y mantenimiento general». «En concreto, de parques infantiles como el de Jardinillos, el asfaltado de carreteras, la reposición de las baldosas rotas en aceras, la limpieza de arquetas y la revisión de vados y líneas amarillas porque nos quedamos sin aparcamientos», enumera.