50.000 hectáreas de barbechos liberadas para cultivar girasol

Rubén Abad
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La producción estimada con la flexibilización de tierras superará las 12.500 toneladas en Palencia, según los cálculos de COAG

Imagen de archivo de un campo de girasoles. - Foto: Alberto Rodrigo

La invasión de Ucrania por parte de Rusia está generando importantes consecuencias a todos los niveles, a las que Palencia no es ajena. Por un lado, desde el punto de vista humanitario ha dado lugar al desplazamiento de millones de refugiados y, desde el enfoque económico ha generado una importante carestía en productos básicos que están sufriendo los ciudadanos al llenar la cesta de la compra o echar gasolina.


Para paliar esta situación, el Gobierno de España ha lanzado un real decreto ley por el que se adoptan medidas urgentes en el marco del plan nacional de respuesta a las consecuencias económicas y sociales de la guerra ucraniana. Una de las más inmediatas tiene repercusión directa en el campo, al permitirse sembrar tierras destinas al barbecho o a cultivos fijadores de nitrógeno, tal y como exige la Política Agrícola Común (PAC). 


En la provincia, esta medida se traduce en la posibilidad de sembrar 49.814 hectáreas de secano y otras 1.800 de regadío, según los últimos datos oficiales sobre superficies y rendimientos de cultivo facilitados por la Subdelegación del Gobierno en Palencia,  de tal manera que se incremente la capacidad productiva de las explotaciones sin perder el derecho a cobrar la ayuda de ecologización.


El cultivo elegido para estos terrenos de secano sería el girasol. Y lo es por una doble razón, primeramente porque es el más propicio a estas alturas del año según la climatología palentina y los ciclos de cultivo en la provincia y, en segundo lugar, porque es con el que se puede frenar el déficit de aceite vegetal que se ha hecho notar en las cadenas de supermercados en las últimas semanas.


¿El motivo? Ucrania es el granero de Europa, como Palencia lo es de España -así reza su himno-. Sirva como ejemplo que España importa de Ucrania 2,7 millones de toneladas anuales, el 30% del maíz que necesita; el 62% de las compras en el exterior de aceite de girasol también proceden de aquel país, así como el 17% del trigo o el 15,4% de leguminosas grano.


La producción estimada con la flexibilización de tierras superará las 12.500 toneladas en la provincia palentina, según las estimaciones de COAG. Este mismo estudio habla de 164.666 toneladas en el conjunto de Castilla y León.


Pormenorizando en la letra pequeña del acuerdo, para el cumplimiento de esta práctica, las explotaciones que dispongan de entre 10 y 30 hectáreas de tierra tienen que tener al menos dos tipos de cultivos diferentes, sin que el principal suponga más del 75%. En el caso de las explotaciones de más de 30 hectáreas, se deben cultivar al menos tres tipos diferentes, de tal manera que el principal no suponga más del 75% del total y los dos mayoritarios juntos no superen más del 95% . A estos efectos las tierras en barbecho se consideran un tipo de cultivo específico.


A modo de ejemplo, si un agricultor con 40 hectáreas de tierra había previsto declarar, para cumplir con esta norma, un 75% de superficie de tierra de cultivo con cebada, un 20% de barbecho y un 5% de girasol, podrá sembrar ahora el 20% de la superficie que tenía previsto dejar de barbecho con girasol, cebada o con cualquier otro cultivo, y seguirá cumpliendo con la norma.


Para el cumplimiento de esta práctica, las explotaciones que tienen más de 15 hectáreas de tierra de cultivo deben contar al menos con un 5% de Superficie de Interés Ecológico (SIE) en dicha tierra de cultivo. El barbecho sin producción es considerado como una SIE, y es de hecho el tipo de superficie que más se declara para el cumplimiento de esta práctica.

LA OPINIÓN DE LAS OPAS

Esta posibilidad de cultivar tierras en barbecho, que ahora se ve cumplida, era una demanda que habían puesto sobre la mesa organizaciones agrarias como Asaja semanas atrás pa evitar así una pérdida de recursos innecesaria.


El presidente provincial de Asaja, José Luis Marcos, valora «positivamente» el real decreto ley, sobre todo, tras las situaciones de desabastecimiento que se han producido por el conflicto bélico en Europa del este en las últimas semanas en los supermercados y la subida de precios que ha experimentado el aceite.


«No entendíamos cómo teniendo tierras productivas y habiendo escasez en las tiendas nos obligaban a dejar barbecho», afirma Marcos, quien asegura que el 95%de sus socios tienen intención de acogerse a la nueva norma y cultivar.


Su homólogo en UPA, Blas Donis, señala que la medida «es positiva» y defiende que ampliar la superficie cultivable será «bueno» para los profesionales del sector primario en la provincia.


Lo que se cuestiona Donis es «si va a haber poca o mucha cantidad de siembra» y lamenta que, a estas alturas del año, solo se limite al cultivo de girasol.


Desde COAG, David Tejerina considera que estas medidas excepcionales aprobadas por el Gobierno de Pedro Sánchez «va a pillar a muchos fuera de juego porque no tienen las tierras en condiciones para sembrar». Asimismo, Tejerina muestra su desep de que haya «semillas suficientes para sembrar toda la superficie», algo que ya se les ha garantizado.