Una goyesca para el recuerdo

Rubén Abad
-

Miles de palentinos asisten a una corrida extraordinaria en la que no le faltó de nada: homenaje al maestro Marcos de Celis, espectaculares trajes propios de este tipo de festejos y hasta un indulto. Para el anterior hay que remontarse a 2016

Una goyesca para el recuerdo - Foto: Óscar Navarro

Palencia se embarcó ayer en un viaje en el tiempo de más de 300 años hasta los siglos XVIII y XIX en la extraordinaria corrida goyesca que se vivió con intensidad de principio a fin en una tarde que quedará para el recuerdo por muchos motivos. El primero, por el homenaje que se le tributó a Marcos de Celis (Marcos de Celis en el recuerdo. 1932-Palencia-2018 podía leerse en el centro del ruedo escrito con grandes letras blancas); segundo, por los vistosos atuendos elegidos por los toreros; tercero, porque no se celebraba una goyesca en Campos Góticos desde 2008 y, cuarto y más importante, porque hasta un indulto hubo en la plaza: Juncoso, un extraordinario toro castaño de Núñez del Cuvillo de 537 kilos (el último fue en 2016, Catedrático, de Montalvo, hierro que precisamente se volverá a lidiar hoy). 

Razones más que suficientes para disfrutar de una extraordinaria tarde, en la que acompañó el tiempo (unos 29°C, con un sol no demasiado intenso) y con casi tres cuartos de aforo. Animadísimos tendidos en los que se encontraban incondicionales como el empresario Fernando Fernández Tapias, que acudió al del 7 en compañía de su mujer, la palentina Nuria González. Muy cerca de ellos estaba otro paisano de sobra conocido por el gran público, Alfonso Díez, viudo de la duquesa de Alba.

Desde la barrera siguieron el festejo Antonio María Mateo y Juan Carlos Álvarez, médicos de la plaza de toros de Valladolid; además de Gonzalo Ibáñez, presidente del Palencia Baloncesto y jefe de Urgencias del hospital Río Carrión, acompañado por su mujer, Virginia Rodrigo. También un deportista de élite como Óscar husillos; la presidenta de la Diputación, Ángeles Armisén; y los consejeros de Economía y Hacienda, Carlos Fernández Carriedo; y Presidencia, Jesús Julio Carnero. Igual hicieron los vicepresidentes de la Diputación, Luis Calderón y María José de la Fuente.

En los tendidos de sombra pudo verse al futbolista Sergio Asenjo, amén de a Miguel Ángel Teresa y Marta Manchado, del hotel La Barrosa de Abejar (Soria) y a numerosos rostros de la política provincial como el alcalde de Palencia, Mario Simón; y los diputados Adolfo Palacios, Miguel Abia, Carolina Valbuena, Francisco Pérez, Jorge Llanos, Milagros Bodero, José Luis Gil y Miguel Aparicio.

No faltaron a la cita los hermanos Aureliano y Lucio San Juan, del restaurante vallisoletano Molino Rojo. Al igual que hicieron Santos García Catalán, del equipo de Grana y Oro y Javier Martín (112 CyL), amén de Pedro de Frutos, del restaurante El Cossío de Mojados y su hija Paula Frutos. 

Extraordinario el ambiente que se respiraba ayer también en los burladeros de Campos Góticos. Este fue el espacio que eligieron, entre otros, el delegado territorial de la Junta (José Antonio Rubio); los senadores del PP Jorge Domingo Martínez, Carmen Fernández y Mariví Álvarez; el diputado Urbano Alonso o los alcaldes de Pedrosa (Arturo Calvo), Bustillo del Páramo (Juan María Miguel), Calzada (Paula Castrillo), Carrión (José Manuel Otero), Castrillo de Don Juan (Santiago Benito), Mazariegos (Anastasio Morante), Meneses (Alberto José Blanco), Pedraza (Gaspar Polanco), Población de Cerrato (Godofredo Palomo), Reinoso (José Luis Ayuso) y Revilla de Collazos (Ángel Pérez). Asimismo, dos aficionados tuvieron la suerte de seguir la goyesca desde esta privilegiada posición: Miguel Ángel Masa Simón y Beatriz González, ganadores de Los toros desde el burladero gracias a DP, ella por segunda vez.

Tampoco se perdieron la corrida el presidente de las Cortes, Carlos Pollán, y su homólogo en la Cámara de Comercio, Conrado Merino. Así ocurrió también con los concejales de Cultura, Laura Lombraña; Deportes, Víctor Torres; o Hacienda; Luis Miguel Cárcel.

Fue una tarde de emociones fuertes, en la que no faltaron los «olés» y los aplausos a las buenas faenas, pero en la que también hubo pitos, algún que otro improperio y silencios tan marcados en los que se escuchaba hasta el chasquido de las pipas.

Menos mal que estaba la Banda de Música, la única que acertó de principio a fin con los pasodobles Domingo Ortega (en el paseíllo), La puerta grande, Carlos Martín Santoyo, El tío Caniyitas, Corazón gitano y Gallito.