Editorial

Modernizar y llenar el mercado para convertirlo en excelente

Diario Palentino
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El próximo pleno municipal debatirá una moción sobre el presente y el futuro de la plaza de abastos

Hace mucho tiempo que la plaza de abastos capitalina ha perdido el marchamo de gran mercado de calidad como oponente de los supermercados y las cadenas de alimentación y no porque haya disminuido esa calidad en los productos que se venden o en el trato de los industriales de la misma, sino,  entre otras cuestiones, porque la forma de comprar de la gente ha cambiado. La falta de tiempo, los problemas de aparcamiento en el centro de la ciudad, la comodidad de acudir a un centro comercial en el que además de los productos básicos hay ropa, menaje u ocio, incluso las ventajas de Internet de cara a determinadas adquisiciones, han hecho que disminuya el número de clientes. Y todo ello repercute en la vieja y céntrica plaza. 

Se viene hablando cada cierto tiempo de la necesidad de reconvertirla en uno de esos mercados de excelencia, directamente emparentados con los productos gourmet, las catas y presentaciones de aceites, vinos o quesos, la utilización como espacio gastronómico en el que tomar unas tapas o unos miniplatos e, incluso, de su divulgación como atractivo turístico de una ciudad de interior. Muchas y diversas han sido las propuestas en torno a su presente y, sobre todo, su futuro, sin que hayan llegado a cuajar. La razón más probable quizá estribe en que la plaza de abastos no quiere dejar de ser un mercado básico con una buena y amplia oferta de alimentación. Ni el afán de sus comerciantes, ni el de los clientes que le son fieles, ni el del propio Ayuntamiento parece ser el de acabar con su identidad original para convertirlo en otra cosa. Porque la ciudad se quedaría sin su mercado de toda la vida y no habría alternativa.

 Lo que sí habrá que hacer, y no tardando, es al decir de los propios afectados, encontrar una manera más adecuada de licitar los puestos desocupados para que sea menos gravoso hacerse con ellos o ampliar los existentes, quitarle trabas al proceso y favorecerlo con unos precios acordes con esta época crítica para la economía y el consumo. Si la plaza de abastos tiene todos sus espacios cubiertos, la oferta de productos crece y la imagen de conjunto es mejor para el local y el foráneo. También son mejorables la iluminación y la climatización, de cara a ganar en confortabilidad, sin dejar de lado una capa de pintura y un repaso general a sus estructuras y revestimientos, ya que como todo lugar transitado sufre los efectos del paso del tiempo y del propio uso. Son ideas que aportan los comerciantes y que están en la lógica de las cosas.

De todo ello y de otras opciones se hablará en el próximo pleno municipal, en base a la moción socialista que propone concurrir a las subvenciones directas de la Junta para mercados de excelencia. Es pronto para conocer su desenlace, pero parece claro que urge llenar, modernizar y dinamizar este céntrico espacio.