Julio César Izquierdo

Campos de Tierra

Julio César Izquierdo


TorrezNada

03/09/2022

Y ahí nos las den todas. ¡Buen tiempo! ¡Festejos para todos! Tiburcio los sigue de cerca, leyendo todas las entrevistas en DP. Lleva suscrito desde los tiempos de la linotipia. Y guarda ejemplares. Antes llegaba al día siguiente. Cosas de correos y que el diario salía por la tarde. ¿Ya entonces estaba por ahí dando patadas nuestro amigo? Ya no es el caso. Ahora, fresco y puntual.  Me dice incluso que tiene suscripción digital. ¡Moderno! Sentado, con Gervasio, comentan las jugadas más interesantes. Acaban de terminar las patronales del pueblo y la sequía ha llegado ya hasta las piscinas municipales. No queda ni el perro ni el Tato ni María Santísima. Ha volado hasta el apuntador y los moradores aprovechan para irse unos días «de veraneo». ¿Veraneo? Suena rancio. Jodo. Lo que no caduca y siempre está crujiente es el torrezno, así como sus equivalentes del buen yantar festivalero. A mí el que me gusta, comenta, es el Rural Chef, menudo tute se está pegando el tío. Y además que apuesta siempre por productos de la tierra. Es el palentino. Mira, como nuestro decano. Pues toma, hoy aplaudimos a todos los que nos hacen la vida más llevadera y el estío más saludable. Aunque anhelan el otoño. Eso. Además, todavía nos queda algo de San Antolín y en unos días todo el alboroto del 8 de septiembre. Seremos romeros y danzantes, exclaman emocionados. Olé. Me parece muy bien que sigan teniendo nervio. Uhhh. Esto es un no parar. Es que el personal tiene muchas ganas de movimiento. Oye. Dime. Lo que ha cambiado el cuento, ahora la Disco Móvil es lo que pita.  Claro, cada generación lo suyo. Bueno. Pues eso. Y a partir de mañana, ¿qué hacemos Tiburcio? Yo leer el libro de Helena Bianco, que me lo dedicó en la Feria del Libro. Pues eso es maravilloso. Mejor sería viajar hasta Mallorca, pero nos quedamos aquí. Tan a gustito, que hasta El Pilar se respira. Mientras, apila leña que el enroje y la gloria vuelven por sus fueros. Alegría. Es un placer que se sientan tan llenos de gozo y alborozo y que tiren las penas al pozo. Atrás quedan confites de pandemia y tantos sinsabores. Eso sí, pendientes andan del tema sanitario. Que sin médicos no hay futuro. Y velas, que no falten. Otra luz. Y un torrezno. Más madera. Todo y nada. Va.