Mejoras peatonales y más zonas verdes para Pan y Guindas

Carlos H. Sanz
-

El Ayuntamiento aboga también por hacer de las calles Quito y Maldonado el eje de la reactivación comercial y por mejorar la conexión entre ambos lados de las vías

Mejoras peatonales y más zonas verdes para Pan y Guindas - Foto: Sara Muniosguren

El Plan Especial de Reforma Interior para la rehabilitación, regeneración y renovación urbana avanza hacia su aprobación inicial en el pleno del Ayuntamiento. Después de analizar las actuaciones propuestas para los barrios de Santa Marina, Ave María, El Cristo y San Juanillo, es la hora de cerrar el foco sobre la modificación urbanística para otra zona de la ciudad: el barrio de Pan y Guindas.

Los técnicos de la firma C. Andrés + LL. Masiá, a la que el Consistorio encargó este amplio estudio urbanístico, han centrado el ámbito de la actuación en Pan y Guindas en dos de las zonas más antiguas del barrio, engarzadas con la plaza y parque de la Marina Española.

Suponen, en total, una superficie de 95.984 metros cuadrados, que alberga 81 edificios con 1.313 viviendas para una población de 2.377 personas. Concretamente, la zona que se pretende mejorar estaría delimitada por las avenidas de Cuba, Reyes Católicos, Cataluña y Brasilia, e incluiría las calles Juan Bravo, Maldonado, San Salvador, Padilla, Montevideo, Asunción, Monterrey, México, Guadalajara, Caracas, Valparaíso, Honduras, Guatemala, Puerto Príncipe, Santiago de Chile y Managua, así como las plazas de Bogotá, Lima y la Marina Española.

Mejoras peatonales y más zonas verdes para Pan y GuindasMejoras peatonales y más zonas verdes para Pan y Guindas - Foto: Sara MuniosgurenEl barrio de Pan y Guindas se desarrolló a partir de un plan parcial en la década de los 70 redactado por el Ministerio de la Vivienda y basado en construcciones de bloques de viviendas lineales. Aunque luego creció con otro tipo de edificaciones, se trata de un barrio eminentemente interior.

Esto, según destacan los técnicos que han llevado a cabo el análisis urbanístico, ha hecho que Pan y Guindas sufra de «un cierto aislamiento con respecto a la ciudad central». A pesar de que sus límites son avenidas que conectan con los barrios colindantes, «su localización al otro lado del ferrocarril y la elevada intensidad de tráfico que las vías soportan provocan el cierre del barrio hacia el interior». 

A esto hay que sumar que el espacio público de Pan y Guindas, en lo que al ámbito de actuación se refiere, presenta «deficiencias significativas», con aceras estrechas y una «distribución no funcional» de las zonas de aparcamiento, «mal diseñadas con una fuerte impronta en la escena urbana». 

Mejoras peatonales y más zonas verdes para Pan y GuindasMejoras peatonales y más zonas verdes para Pan y Guindas - Foto: Sara MuniosgurenTodo esto hace, advierten los técnicos de la firma C. Andrés + LL. Masiá, que las calles «estén masificadas por los automóviles privados, con ausencia de elementos vegetales, tanto en las propias calles como en espacios entre bloques». Las conexiones con el otro lado de las vías del tren son también bastante mejorables. 

A esto hay que sumar que cuenta con pocos servicios, y los que hay se localizan en las avenidas que limitan el barrio, como la des Cuba y Reyes Católicos, a pesar de que hay muchos locales cerrados en todo el barrio.

La propuesta. Pese a sus carencias, Pan y Guindas tiene espacios públicos de gran potencial. Por ejemplo, alberga dotaciones públicas de entidades como la Universidad Popular de Palencia y colegios para todas las franjas escolares que garantizan una vida urbana al barrio y que, según los técnicos, bien podrían complementarse con algún «espacio versátil de carácter social y cultural». En este sentido, no hay que olvidar que la Alcoholera ofrece una oportunidad.

En líneas generales, el documento defiende implementar mejoras peatonales e introducir nuevos usos, y pone un interés especial en la reforma de las zonas de aparcamiento, unos elementos repartidos por todo el barrio y que, además, tienen distintas configuraciones y tamaños. 

Así, consideran clave llevar a cabo actuaciones de accesibilidad en las aceras y accesos desde las calles peatonales, e introducir arbolado intercalado y pequeñas zonas ajardinadas, especialmente en las intersecciones con otras calles o en los accesos desde los edificios.

De hecho, la herramienta principal por la que opta el plan para reformar el paisaje urbano y, con ello, potenciar urbanísticamente el barrio de Pan y Guindas es la de los espacios verdes. 

Hay dos actuaciones claves. La primera consiste en dar continuidad a la línea de arbolado de la avenida de los Reyes Católicos para complementar las zonas ajardinadas. El objetivo: asegurar recorridos accesibles en toda la vía, con especial atención a la zona del paso elevado sobre el ferrocarril.

La segunda intervención es para las calles Padilla y Caracas, ya que conforman un eje transversal con el parque y la plaza de la Marina Española como piezas centrales. Los técnicos creen necesario «completar la trama verde existente con especies similares, con aceras accesibles y arbolado de alineación en ambos lados de la calle».

Estas son las más importantes pero no son las únicas. Por ejemplo, el Plan Especial de Reforma Interior para la rehabilitación, regeneración y renovación urbana también aboga por la plantación de árboles en las calles de Juan Bravo y Managua, tanto en línea como intercalados con los aparcamientos. Esto exigiría ampliar la acera, reduciendo el ancho de los carriles y contribuyendo al calmado del tráfico.

Los elementos naturales también servirían para conectar la calle Maldonado con las plazas de Bogotá y Lima, y para renovar las zonas de aparcamiento junto a estas. Para las plazas, se apuesta por elementos verdes que complementen a los árboles existentes y por nuevo mobiliario, de forma que actúen «como reclamos urbanos, activando su uso».

Los técnicos creen necesario rediseñar esta parte del barrio introduciendo zonas para la estancia de los peatones que complementen las plazas y favorezcan su conexión con los espacios libres peatonales situados entre los bloques y la calle Maldonado. Esto exigiría también un cambio de pavimentos y la introducción de mobiliario urbano y arbolado. En las zonas de aparcamiento de las calles Honduras y Puerto Príncipe, junto a calle Quito, se apuesta por convertir el último tramo de la zona de aparcamientos en un área libre de vehículos adosada a la calle peatonal, con la misma fórmula: pavimentos nuevos, mobiliario urbano, iluminación y arbolado o zonas ajardinadas con elementos de sombra.

Una medida que también se propone para la zona de aparcamiento de la calle Managua, aunque también exigiría la reorganización de las plazas para vehículos y del viario, y para la plaza adosada a la calle Maldonado.

La propuesta considera también que los espacios entre los bloques de las calles de Juan Bravo y San Salvador necesitan, si se quiere reactivar el comercio en la zona, un arreglo de pavimentos, una mejora de la iluminación y mobiliario urbano y zonas ajardinadas, una receta que también se aplicaría a la plaza adosada a la calle Quito.

Impulso comercial. Para implantar nuevos usos en el barrio, los técnicos apuestan por las calles Quito y Maldonado como principal eje de reactivación comercial. Así, proponen concebir la edificación en ellas bajo un proyecto unitario, obteniendo una imagen de conjunto, así como la de alternar nuevos usos terciarios en sus plantas bajas, «lo que activaría la calle desde el punto de vista peatonal y permitiría una relación con el espacio público más rica y diversa, recualificando el entorno y mejorando la condición de bulevar».

De estas calles se desprenden diversos ramales que inciden en las plazas ubicadas entre los bloques lineales de edificios adyacentes, de manera que también se verían afectadas por las medidas de activación y mejora, creen los técnicos. Así, en el caso de las plazas de Bogotá y de Lima, se propone también un «tratamiento estético homogéneo» de todos los bajos, y «la implantación de nuevos usos para la reactivación de estos espacios de gran potencial».

Para mejorar los espacios urbanos se propone, en primer lugar, una mejora del paisaje urbano, de los bordes del barrio. Concretamente, de la avenida de los Reyes Católicos y el pasillo ferroviario, dando continuidad al frente arbolado existente, añadiendo ejemplares a las zonas ajardinadas y aplicando un tratamiento homogéneo a los espacios verdes, setos y cercas. En la avenida de Brasilia, la clave es el mantenimiento y refuerzo de su «frente verde», apostando por especies similares.

Una de las propuestas más curiosas de los técnicos es asegurar la protección urbanísticas a través de su inclusión en el Catálogo del PGOU, de los tres bloques lineales ubicados entre la calle Padilla, el paseo de la Huerta de Guadián y la avenida de los Reyes Católicos. «Su especial estructura arquitectónica, los espacios interbloque o sus adecuados soportales justifican preservar esta tipología como vestigio valioso», aseveran.

Precisamente, para la calle Padilla se propone mejorar el suelo a través de los pavimentos y el mobiliario urbano, mantenimiento los jardines entre bloques pero completando el arbolado.

Todas estas medidas se completarían con una mejora de las conexiones peatonales, con itinerarios bien iluminados y pavimentados, además de ser accesibles. En este sentido, los técnicos llaman también la atención sobre la necesidad de mejorar la conexión peatonal desde el barrio hacia la pasarela que cruza las vías del tren, reubicando los pasos de peatones y eliminando obstáculos en la acera, garantizando la continuidad de la accesibilidad en los recorridos.

 

29 edificios sin ascensor y falta de unidad estética

Otra clave es la mejora de las edificaciones. Los técnicos se han percatado de que la zona que conforman las edificaciones en el entorno de la calle Maldonado se encuentran en peor estado. Por ejemplo, un porcentaje muy elevado no tiene ascensor, y eso que son edificios de cuatro a seis plantas. Además, los accesos a los portales están situados sobre la primera planta en algunos casos, lo que obliga a utilizar unas escaleras pronunciadas.

En la otra zona de actuación, la que está más al noreste, el grado de cumplimiento de las necesidades de accesibilidad es mayor, ya que hay muchas edificaciones con ascensor, aunque algunas sufren problemas de accesibilidad en portales. Las edificaciones en general se encuentran en mejor estado, aunque se aprecian algunas con IEE desfavorable. Además, hay grupos de construcciones de gran interés, como los entornos de las plazas de Bogotá y Lima, que están muy deterioradas y con el mayor porcentaje de viviendas vacías. Para solucionarlo, los técnicos apuestan por completar la inspección técnica de los edificios en torno a las plazas de Bogotá y Lima y la calle San Salvador, así como los bloques al norte de la calle Quito. También por dar una solución a los 29 edificios que carecen de ascensor, sobre todo a los bloques de cuatro alturas en torno a las plazas de Bogotá y Lima y la calle Maldonado. Otra herramienta que proponen los técnicos es mejorar las cualidades estéticas de los edificios ubicados en la avenida de los Reyes Católicos. Esto exigiría un tratamiento como conjunto de todas las fachadas cada vez que se lleven a cabo obras. Esa misma estrategia se debe aplicar en la avenida de Brasilia. 

Finalmente, se apuesta por la creación de una zona para el disfrute de los ciudadanos en el espacio libre de la calle de Juan Bravo, junto al acceso al colegio público Pan y Guindas, dotándola de mobiliario urbano y elementos de protección contra el sol y la lluvia. Para el colegio Ciudad de Buenos Aires y la Universidad Popular de Palencia se reclama más iluminación y la mejora de la accesibilidad en los recorridos peatonales que conducen al centro a través del parque.