Cervera de Pisuerga ha aumentado su padrón en seis nuevos vecinos. Se trata de dos mujeres, dos hijos adolescentes y otros dos pequeños que han recalado en la localidad huyendo de la guerra en Ucrania gracias a la generosidad de los vecinos, que enviaron hasta aquel país dos vehículos repletos de material en los que han vuelto estas seis personas después de un agotador viaje atravesando media Europa. Fue el camionero Goyo Gómez quien se ofreció a llegar hasta allí por sus propios medios, y contactaron con estos ucranianos a través del Proyecto Arraigo y de Eugenia Lysoba, residente en Paredes que también ha colaborado en la recepción de refugiados.
Uno de los vehículos partió el sábado en dirección a la frontera y el otro lo hizo con 24 horas de antelación y escala en Madrid, donde recogieron a la persona que ejerció como traductor. El domingo ya estaban en Krakovia y dejaron el material recaudado cerca de Ostrava a través de una asociación con la que mantenían contacto.
Llegaron el martes al municipio cerverano, y ya están instalados de forma provisional en una vivienda turística propiedad de la Junta Vecinal de Resoba, donde tienen WiFi para mantener el contacto con su país, con la previsión de instalarlas en Cervera en un piso de alquiler una vez que las ucranianas encuentren trabajo. Para ello, hay gente dispuesta a colaborar con los gastos y a ceder sus viviendas de forma temporal.
Otra veintena de refugiados en Palencia, Cervera y Herrera
Entre tanto, el Ayuntamiento ya ha contactado con el CEAS, el centro de salud y la Comisaría de la Policía Nacional para regularizar los papeles de los seis ucranianos. Cuenta el Consistorio con la ayuda de una traductora que reside en la comarca, y también de los vecinos, que se han volcado. «La solidaridad es manifiesta. Siempre hay alguien dispuesto a colaborar y eso es de agradecer», señala el alcalde, Jorge Ibáñez.
En Herrera de Pisuerga han acogido a dos mujeres y tres niñas de 8, 13 y 15 años, según ha comunicado el Ayuntamiento en sus redes sociales. «Puede que al final de la semana lleguen más personas. Vienen prácticamente sin nada, necesitan ropa, alimentos y gel y demás para el aseo personal», explica. El punto de recogida será la casa consistorial.
EN LA CAPITAL
Los Scouts de San Miguel se han puesto manos a la obra para atender la llegada de una familia ucraniana conformada por tres mujeres y otros tantos menores. Ya cuentan con vivienda, pero se necesita ayudar para acondicionarloa, afirma a Ical Javier Gallego, uno de los monitores. Una colaboración para hacer que su llegada sea lo más cálida posible.
Estos consiguieron llegar a Polonia y de ahí volar a París, desde donde esperan poder llegar en tren hasta Palencia, aunque se trata de una tarea difícil debido a la gran afluencia de usuarios. La previsión es que lleguen hoy, pero todo pueden cambiar. «Nos hemos movilizado por amistades comunes entre familiares y gracias a una enfermera ucraniana en Qatar. He sido de toda la vida de los Scout y sabía que con ellos sería más fácil aportar ayuda y hacer la iniciativa solidaria en algo más grande», subraya Gallego a Ical.