A lo largo del verano, los informes diarios emitidos por la Policía Local de Palencia recogieron, entre otras cuestiones, un buen número de atenciones, especialmente de trabajadores, que por culpa del calor se habían sentido indispuestos. No hace falta recordar que el verano de 2022 ha sido, de largo, el más caluroso que se recuerda en España y, por ende, en Palencia, con varios episodios de extremas temperaturas que se registraron tanto en junio como julio y agosto.

Bajo este prisma, el Instituto de Salud Carlos III (ISCIII), dependiente del Ministerio de Sanidad, ha contabilizado durante este tiempo las muertes (siempre en términos probabilísticos) de algo más de 4.700 personas en España por culpa de las altas temperaturas.

En este sentido, Diario Palentino ha supervisado los datos que maneja la citada institución sanitaria en cuanto a la incidencia registrada por esta anomalogía climatológica en la provincia y refleja que entre los meses de junio, julio un total de 98 palentinos han fallecido directa o indirectamente por los efectos adversos que ha provocado las olas de calor sufridas hasta el momento. Además, no han sido puntuales sino que se han mantenido en el tiempo. Según los datos que maneja el Instituto de Salud Carlos III (ISCIII) durante el mes de junio murieron en la provincia de Palencia un total de 21 personas, mientras que este número se incrementó hasta las 38 en julio, a los que habría que sumar los 39 contabilizados en el mes de agosto para completar las 98 totales anteriormente citadas. 

Asimismo, para confirmar la excepcional situación que ha vivido la provincia bajo el infierno de las altas temperaturas basta decir que el citado instituto contabilizó ocho personas fallecidas en el verano de 2021, todas ellas en el mes de agosto. 

El caso es que España va camino de vivir el verano más cálido desde que hay registros. También uno de los más secos, en el que las temperaturas por encima de lo normal han predominado desde el mes de mayo. Factores climáticos que han influido en que el país esté viviendo la oleada de incendios forestales más grande en lo que va de siglo y en que 2022 destaque como el año con más muertes atribuibles al calor, al menos desde 2015.

Como se ha comentado, el sistema de monitorización de la mortalidad diaria por todas las causas (MoMo), elaborado por el Instituto de Salud Carlos III (ISCIII), estima que en España se han producido algo más de 4.700 muertes relacionadas con el exceso de temperatura entre finales de abril y finales de agosto. Esto representa en torno al 3,2% de las muertes observadas por cualquier causa, duplica el registro de muertes atribuibles al calor más alto para estas fechas -registrado en  2017- y multiplica por tres la media de los últimos cinco años. Unas 3.800 de esas muertes se produjeron solo entre los meses de julio y agosto. 

CÁLCULOS. El MoMo calcula el número de muertes atribuibles al calor como la diferencia entre la mortalidad estimada sin episodios de exceso de temperatura y el mismo valor cuando los termómetros suben por encima de lo normal. Lo hace a partir de datos reales de las partidas de defunción de los registros civiles, de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) y del Instituto Nacional de Estadística (INE).

Para que una muerte pueda ser contabilizada oficialmente como «golpe de calor» tiene que constar como tal en el certificado de defunción. Como este dato no se conoce inmediatamente y pueden pasar hasta tres meses hasta que se codifica, el impacto del calor sobre la mortalidad en tiempo real se mide recurriendo a la mortalidad atribuible, una estimación a través de modelos y análisis epidemiológicos.