Iniciamos el último mes del verano que nos llevará al otoño, hoy con el aliciente de continuar celebrando el bullicio de un fin de semana todavía repleto de actos festivos, rematando una programación de San Antolín para recordar. El Ayuntamiento se ha volcado en una extraordinaria programación, aprovechando la predisposición festiva de los palentinos tras la pandemia y, también es justo reconocer, que el próximo año hay elecciones municipales. Pero eso lo dejamos para cualquier lunes, hoy toca celebrar festejos para completar este tiempo todavía de verano. Con la alegría y diversión de San Antolín, dejamos atrás el mes de agosto y esperamos que septiembre nos enfrente a una realidad mucho más seria.
Septiembre, aunque faltan por celebrar muchas fiestas locales en nuestra provincia, es un mes de transición que nos prepara para los cambios. Es un poco engañoso porque no es un año nuevo, mas empezamos muchas cosas seguramente heredadas de niños con la vuelta al colegio, ese recordatorio de comienzo de curso escolar. Es, eso sí, el inicio del año agrícola cuando el agricultor emprende la vendimia, recolecta girasol, remolacha y otros frutos; además, prepara la sementera buscando alternativas de cultivos, reparando o reponiendo máquinas necesarias en nuevos planteamientos o proyectos. No sé si es un tiempo de buenos propósitos o cambios, pero sí de reflexión, para evitar la tristeza otoñal con una actitud positiva.
De septiembre esperamos la lluvia, después de un agosto seco y caluroso; como el que espera el agua para purificar todo rastro de maleficio, de incendios y restricciones en algunos lugares, por agotarse los acuíferos. Tenemos todo el mes por delante para que finalice el año hidrológico, tan deficitario en nuestra cuenca, con embalses muy por debajo de la media. La lluvia es un fenómeno natural que forma parte del ciclo de vida y, por tanto, necesitamos su existencia; no sólo es buena para la agricultura, las plantas y el ecosistema, también aporta beneficios a las personas. En la confianza de la llegada de la lluvia en este mes nueve, según la numerología de cierre, sin olvidar que todavía es verano.