La asociación vecinal del barrio Centro, que aglutina la calle Mayor y sus adyacentes, reclama una sede en la que poder desarrollar su actividad y hacer más partícipes a los moradores fomentando la estructura asociativa, inexistente a día de hoy. «Pedimos un local en el que se nos dé flexibilidad de horarios y que esté dotado de servicios básicos como equipamiento digital con acceso a Internet para realizar las gestiones que necesitemos y organizar actividades», comenta José Luis Merino, presidente vecinal. 

En relación a problemas técnicos del barrio, Merino destaca el hecho de que en tres calles peatonales (Obispo Nicolás Castellanos, Los Soldados y Valentín Calderón) entran vehículos que no tienen permitido el paso. «Principalmente las motos aparcan donde quieren cuando solo está permitido el tránsito de vehículos de servicios públicos y de las personas con autorización que vayan a acceder a los garajes», señala Merino, para exigir que «el Ayuntamiento, de una vez por todas, nos diga qué vehículos tienen permitido el paso y cuáles no, así como que aumente la vigilancia y se aplique la normativa para todos». Respecto a esta cuestión, Merino hace referencia a una serie de cámaras que hay instaladas en el barrio, pero de las que desconoce su uso, por lo que pide al Ayuntamiento que le diga para qué se utilizan realmente.  

problemas. Una de las quejas sobre las que hace hincapié el presidente de la asociación es la que concierne al mantenimiento en relación a la necesidad de dotar de servicios y realizar actuaciones de mejora en algunas calles del barrio. Uno de los problemas es el de la canalización, pues «continuamente se estropea y hacen un pequeño apaño cuando vienen a arreglarlo, sin solucionar el problema», explica. A ello se suma la situación de la esquina de la calle Obispo Nicolás Castellanos. «Hay un pivote de estos que cubre los contenedores que un día debió de doblarlo un coche y otro pivote que directamente no está y no lo han repuesto. Lo que ha ocurrido es que se han levantado las baldosas en esa zona. Si no te das cuenta puedes tropezarte con ello», expone Merino, quien asegura que llevan pidiendo su arreglo desde hace tres o cuatro años. 

La iluminación a la entrada de la calle Obispo Nicolás Castellanos también es objeto de queja. «La farola no proyecta el ángulo de luz completamente porque lo tapa un poco la pared. Se ve, pero podría mejorar», afirma. Merino también considera necesario dotar al barrio de más papeleras, así como instalar algún aseo público más.