El Consejo de Cuentas de Castilla y León inició ayer un tercer trabajo sobre el impacto de la Covid-19 en las cuentas públicas y el pleno del órgano de control externo y dio luz verde también al inicio de las fiscalizaciones sobre el análisis de la seguridad informática de los ayuntamientos de Palencia, Ávila, Burgos.
Estos trabajos se suman a la estrategia del Consejo con los seis informes ya aprobados correspondientes a La Bañeza, Béjar, Benavente, Ciudad Rodrigo, Villaquilambre y Astorga, además de Santa Marta de Tormes, actualmente en elaboración.
Este informe se añade a los dos iniciados también este mes, centrados en las medidas adoptadas por los ayuntamientos para mitigar la pandemia y en el impacto de esta en cuanto a recaudación y financiación local. La nueva fiscalización analizará las cuentas del ejercicio 2020 en aquellos entes de la Comunidad sujetos al régimen de contabilidad pública.