Una calle para un docente que dejó una huella imborrable

J.Benito Iglesias
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El Ayuntamiento, tras aprobarlo en un reciente pleno con cientos de adhesiones, materializó ayer el homenaje póstumo a Marcelino Vaca y descubrió una placa en la nueva inaugurada

Una calle para un docente que dejó una huella imborrable - Foto: Óscar Navarro

Maestro Marcelino Vaca es el nombre de la calle inaugurada con una placa en la confluencia del parque Ribera Sur y el paseo de la Julia en dirección a la fábrica de armas, en homenaje al  docente e investigador del campus universitario de la UVA en La Yutera, fallecido el 9 de enero de 2021 en plena pandemia. Fue uno de los pioneros en la educación física aplicada a los niños y un referente internacional con varias publicaciones y reconocimientos académicos. El Ayuntamiento, por unanimidad en un reciente acuerdo plenario y cientos de adhesiones para concederle una calle, materializó el homenaje póstumo a un profesor que dejó huella entre su legión de alumnos y compañeros docentes, muchos de ellos presentes ayer.

El alcalde, Mario Simón, glosó la figura de Marcelino Vaca al igual que Susana Fuente, profesora, amiga y compañera en el campus, que actuó en nombre de profesores y alumnos. Lo hizo igualmente Jorge, hijo del homenajeado -también estuvieron sus hermanos Iñaki, Elena y Blanca-  y todos los intervinientes destacaron el ingente legado académico que dejó Marcelino. Su mujer, Carmen, y sus nietas, Elma y Beatrice, se dieron cita acompañados de amigos y familiares en un emocionado recuerdo.

Por parte de la comunidad educativa acudieron la vicerrectora del campus de la UVa, Amalia Rodríguez; el director provincial de Educación, Sabino Herrero; el decano de la Facultad de Ciencias del Trabajo, José Antonio Orejas; y Carmen Alario, decana de la Facultad de Educación, en la QUE Marcelino Vaca fue director. La jornada se completó con la presencia de niños de Infantil del colegio Maristas y estudiantes de la especialidad de educación física en la facultad de Educación, que hicieron un circuito de psicomotricidad habilitado al efecto en la nueva calle, plasmando así las enseñanzas que dejaron un gran poso gracias al esfuerzo y vocación de un docente universal como Marcelino Vaca Escribano.

Una calle para un docente que dejó una huella imborrableUna calle para un docente que dejó una huella imborrable - Foto: Óscar NavarroINTERVENCIONES. El alcalde, Mario Simón, destacó en la inauguración de calle que el homenaje responde «en un día de ciudad a una persona que la hizo grande en algo tan importante como la educación y así hemos querido reconocerlo en nuestro pensamiento y en nuestro corazón». Por ello, la nueva vía se sitúa muy cerca del campus universitario de La Yutera «al que dedicó gran parte de su trabajo educativo», dijo.

En el lado de los docentes, Susana Fuente incidió en el hecho de quien «defendió una escuela pública para todos, bien merece un espacio público para recodarle». «Es seguro que alguien, al ver el nombre de la calle, piense que el poner maestro parece poco rango para quien fue doctor, catedrático, escritor, ponente...pero los que trabajamos codo con codo con Marcelino sabemos muy bien su carta de presentación, ya que siempre decía: soy maestro», enfatizó.

Jorge Vaca, hijo de Marcelino, recordó que fue el mayor de una familia humilde de cuatro hermanos en Fuentepelayo (Segovia). «Todos sus estudios los hizo gracias a las becas  e interno en su infancia y niñez. Cuando regresaba al pueblo en las fiestas ayudaba a atender el ganado, ordeñar las vacas y vender la leche porque no había descanso», señaló.