El EasyCharger Palencia remontó un encuentro que se le había puesto muy cuesta arriba en Alicante, que le llegó a ganar por 18 puntos (57-39) en el tercer periodo, con un espectacular último cuarto, especialmente los cinco últimos minutos, plenos de fe en su defensa, hasta acabar sellando el 71-72 a 36'' y defendiéndolo en el tiempo restante.
Tras ir siempre a remolque en el marcador de un extramotivado y acertado conjunto local, los de Pedro Rivero supieron reinventarse a la hora de la verdad, con una defensa que secó por completo el ataque de un HLA Alicante que no anotó en los últimos 4'29'' de juego, y un Chumi Ortega que firmó un final de partido espectacular, para darle la vuelta al marcador.
Bamba Fall puso por delante al EasyCharger Palencia en la primera acción del partido, pero ahí se le apagó la luz al equipo de Pedro Rivero. Los palentinos se vieron completamente superados por su rival en ese inicio del encuentro. La presión en toda la pista de HLA Alicante se les atragantó por completo a los visitantes, que perdían demasiados balones y daban muchas facilidades en ataque al cuadro alicantino. Así, la ventaja local no tardó en alcanzar los 10 puntos (14-4, minuto 5).
Paraba el partido el técnico visitante y los suyos parecían entender a la perfección sus nuevas órdenes. Había que defender como si les fuese la vida en ello y lo consiguieron, al menos durante dos minutos y medio en los que el equipo local fue incapaz de ver aro. Pero en ataque las cosas no le iban tan bien y los palentinos solo fueron capaces de anotar tres puntos (14-7).
Poco a poco, el HLA Alicante encontró la manera de romper la defensa visitante. Rolandas Jakstas y un triple de Pedro Llompart colocaban el 19-7 a falta de 2'44'' para el final del cuarto, aunque el EasyCharger Palencia templaba nervios y se mantenía firme para llegar al minuto 10 con menos de 10 puntos de desventaja (22-13).
La igualdad fue la tónica dominante en el segundo cuarto, con un conjunto morado tratando de impedir que el rival corriese y el HLA Alicante apretando mucho también. El intercambio de canastas era lento, pero continuado, y las diferencias se mantenían en el luminoso. Solo durante un minuto parecía que el EasyCharger Palencia podía recortar diferencias con un triple de Roberts Blumbergs y una canasta de Micah Speight (33-26, a 3'30'' del descanso), pero los locales reaccionaban pronto y conseguían irse al descanso con 11 puntos de ventaja (42-31).
El guion se repetía en el inicio del tercer cuarto, y las idas y venidas eran una constante que mantenía las diferencias siempre en torno a los diez puntos. Sin embargo, la vuelta a pista de Jakstas disparaba de nuevo a los locales en el marcador y, a tres minutos y medio para el final del cuarto, el HLA Alicante se iba por 18 puntos (57-39).
Era el momento clave del partido y Pedro Rivero pedía un nuevo tiempo muerto para tratar que los suyos no bajasen los brazos. Blumbergs se enchufaba de nuevo y Speight le acompañaba para volver a acercar a los palentinos en el luminoso hasta los 12 puntos (59-47).
Quedaban diez minutos para intentarlo y los de Rivero se emplearon a fondo, tratando de defender con uñas y dientes y crecer desde atrás. Se mantenían vivos e incluso se acercaban un poco más pese a los triples locales (62-53, minuto 33). Pero no acababan de despegar los palentinos, al menos no lo hicieron hasta que, a falta de 4'29'' del final (71-57), Chumi Ortega se convirtió en protagonista, se echó el equipo a las espaldas, asistió a sus compañeros y atacó con gran seguridad para colocar a los suyos a solo tres puntos a falta de 2'18'' de la conclusión (71-68).
Ahora era el técnico local el que paraba el partido. No le servía de mucho y tras otra gran acción defensiva de los visitantes, Ortega, con un triple, se encargaba de empatar el encuentro a falta de un minuto (71-71). La emoción estaba servida. El EasyCharger Palencia apretó los dientes en defensa y forzó la quinta personal de Van Zegeren. Esta vez Chumi fallaba el primer tiro, pero no el segundo. Y eso fue suficiente para que los suyos se anotasen un triunfo que había parecido improbable durante muchos minutos.