El concesionario Aupasa, iniciativa  empresarial familiar que comenzó su andadura en 1955, ha dejado la actividad y alquilado el concesionario y el taller de reparación al grupo vallisoletano Autocyl. El negocio, que empezó de la mano del padre y que luego heredaron los hijos, Eduardo y Severino Infante López, comenzó a funcionar en la calle Becerro de Bengoa de la capital, pasando luego a la carretera de Santander, para asentarse definitivamente en 1960 en las instalaciones de venta y talleres que se ubican en la avenida de Madrid.

«En nuestra casa se han vendido vehículos de las marcas Peugeot, Simca, camiones y tractores Barreiros y, con posterioridad, de Opel. Es es cierto que el no figurar al frente del negocio te haga sentir cierta nostalgia. Tanto mi hermano como yo superamos los 60 años y nuestros hijos y nietos tiene su vida en Madrid, por lo que el relevo generacional en la empresa no era posible.La oportunidad que nos ofrecía Autocyl -ya que quería pagar una renta, ampliar y expandir la actividad que ya tienen en la capital palentina- era adecuada. Queremos que a los nuevos gestores les vaya bien, al igual que a nuestros 27 operarios, de los que se hacen cargo junto al taller de reparación donde dábamos servicio posventa a las marcas Peugeot y Opel», señaló a DP el ya exgerente de Aupasa, Severino Infante.

gestionar varias marcas. Para el empresario palentino, el futuro del sector de los concesionarios pasa por gestionar muchas marcas. Autocyl cuenta con siete marcas y concesionarios en Valladolid y el deseo era expandirse y tenerlas también en Palencia. Aquí cuentan con dos puntos de posventa y taller de Kia y Hyundai y quieren crecer. Su idea es vender vehículos en breve coches de las marcas MG y Suzuki.

«El acuerdo de dejar el negocio y alquilarlo junto a las instalaciones era muy favorable por la falta de relevo. La sociedad Aupasa Automoción sigue viva como tal porque el negocio no se cierra. A Autocyl le cedemos el nombre comercial, ya que aquí tenemos mucho tirón, algo que ha agradecido mucho y no se lo esperaba. A nosotros nos vino bien la oferta de alquiler y a la empresa que llega lo mismo al poder ampliar la actividad que tienen en Valladolid. Como en cualquier negocio que da los primeros pasos ,,equipar y poner en marcha unas naves o buscar operarios es complejo. Aquí, al llegar el primer día, el taller para reparar estaba lleno», concluyó Severino Infante.