El 18 de mayo, Valle Peláez Vega, Asesora Técnico Docente, me invitó a participar en una mesa redonda en la que conocí a escritores que eran, como lo fui yo, docentes. La jornada, convocada por el Director Provincial de Educación, Sabino Herrero, a través del Área de Programas de la Dirección Provincial, preparada por Valle y apoyada por el CFIE de Palencia. Los enseñantes se renuevan. La Enseñanza Pública es un lujo por su alta calidad para quienes, por imperativo económico, o decisión personal de los padres, está a su alcance. Aprender con buenos profesionales es importante. Puede cambiar el futuro de nuestros niños y jóvenes. Si en el trabajo se ponen ilusión y ganas de mejorar en el día a día, el resultado es óptimo. La nota musical la puso el Conservatorio de Palencia. Enseñanza pública, también, de calidad. En él se prepara a sus alumnos para obtener el Grado Profesional, antes, Grado Medio. 
La jornada tuvo lugar en la Escuela Oficial de Idiomas que suma mérito a los citados anteriormente. Auxiliares de conversación y alumnos leyeron poemas en versión original. Se reflexionó sobre la crueldad y el absurdo de los conflictos armados, desde la I Guerra Mundial hasta las que hoy, que generan muerte y desolación. María José Floriano, periodista y escritora, impartió dos talleres dirigidos a Primaria y Secundaria. Despertó el interés de los docentes por llevar a sus aulas creatividad y amor por los libros, ese tesoro que no debe perderse. Asier Aparicio, Susana Barragués y Jorge Castillo, profesores de Secundaria, presentaron sus obras: Las aventuras de Ventolino, Cabeza de cisne sobre almohada floral y Cuentos I, respectivamente. En Primaria, Celia Prieto y Eva Diago, presentaron Tu oveja negra; Francisco Javier Gómez, Siete cuentos que acarician, y Noelia Pedrosa leyó Lina ya no tiene tiempo. Los docentes-escritores explicaron el laborioso proceso que conlleva poder editar su obra. Anécdotas y dificultades se narraron en clave de humor. 
La ilusión posibilitó que todos pudieran lograrlo. Contar es un regalo, además de un don. Enhorabuena a estos docentes y, por supuesto, a Valle Peláez Vega. Para finalizar leí El Concierto. Narración de mi último libro solidario, Del viento y otras voces, a favor de la Fundación San Cebrián.