Se pasan la pelota

Alberto Moreno
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Once jugadores ucranianos refugiados de guerra no pueden jugar la liga provincial cadete con el Palencia Cristo Atlético porque no se les tramita la ficha federativa a la espera de la autorización de la FIFA

Se pasan la pelota - Foto: Óscar Navarro

Cuando estalló el conflicto bélico en Ucrania y el posterior multitudinario éxodo de mujeres y niños huyendo de la guerra  se desató un clima de solidaridad internacional de acogida de familias.

España no fue ajena y les abrió sus fronteras. A muchos se les llenó la boca mostrando su total apoyo. Hasta la RFEF envió una circular anunciando que se agilizarían todos los trámites para que los niños ucranianos acogidos en nuestro país pudiesen jugar al fútbol, agilizando todos los trámites.

Hay que señalar que en Estatuto de la FIFA, en su artículo 19, prohibe «la transferencia internacional de los menores de 18 años». Sin embargo, a raíz de la guerra en Ucrania añadió un anexo en ese artículo (apartado 2d) en el que se exime a los menores refugiados de la norma que impide la transferencia internacional de jugadores antes de los 18 años.

Sabido es que en Palencia hay muchos ucranianos acogidos, refugiados de guerra. Muchos de ellos niños, menores de edad, que juegan al fútbol. El Palencia Cristo Atlético ha creado este año categorías inferiores. Uno de sus equipos es cadete, que curiosamente dirige un ucraniano, Andrii. En sus filas cuenta con hasta once jugadores entre los catorce y quince años de ese país, de los 18 que tiene la plantilla. Sin embargo, no pueden jugar, atrapados por la burocracia federativa.

 Tienen todos los papeles en regla, la condición dada por la Subdelegación del Gobierno de refugiados de guerra, están escolarizados, acogidos bien por familias (8), con un tutor, o bien (tres de ellos) con sus madres, dado que sus padres se quedaron en Ucrania, en la guerra. Pero no tienen el permiso para jugar al fútbol, no se les tramita la ficha federativa.La documentación se envió en agosto. Se ha vuelto a reeenviar hace diez días por la confusión de si todos estaban acompañados de sus padres o estaban tutelados en España, pero la autorización sigue sin llegar.Los niños, los ucranianos y los españoles que forman parte de este equipo siguen esperando sin poder jugar. La liga comenzó el pasado 2 de octubre, se han jugado cuatro jornadas. Todos, menos el Palencia Cristo Atlético de los ucranianos, que ha aplazado (a la espera de la autorización federativa que no llega) sus partidos de la Segunda División provincial cadete ante el Carrión, Aguilar y Venta de Baños B. Pero ya no puede haber más aplazamientos, así que está obligado a jugar.

Mañana tiene que jugar en Aguilar uno de los aplazados y el sábado enCalabazanos, otro. Pero no tiene jugadores. Así que si no se presenta a disputar estos dos partidos quedará expulsado de la competición por doble incomparecencia. Si comete alineación indebida, sucederá lo mismo.

Nicolás Fotiadis, coordinador de la cantera del Palencia Cristo Atlético, tiene claro que «a Aguilar va a ir el autocar con todos los jugadores, con los españoles y los ucranianos. Hablaremos con el rival, con el árbitro y expondremos la situación a ver qué hacemos». Jesús Revilla, que ha ayudado al club a tramitar todo el expediente de los ucranianos, afirma que «la documentación se envió en agosto y seguimos esperando. Todo esto se arregla con que alguien descuelgue el teléfono y lo autorice y lo agilice todo», manifiesta. El expediente (al ser la petición de un club profesional), se presentó en la Territorial, de la Territorial a la RFEF y de la RFEF a la FIFA, pasando la pelota, vamos. ¡Rubiales, hazlo!