Rafael Torres

FIRMA SINDICADA

Rafael Torres

Periodista y escritor


La gente de bien

23/02/2023

Se ve que como Feijóo no dispone del tiempo que quisiera para sus intervenciones en el Senado, o, más exactamente, para sus acrimonias contra el presidente del Gobierno, prefiere no perderse en dibujos e ir al grano, pero el otro día puede que se pasara algo en la expresión sintética de la esencia de su pensamiento: en España está la gente de bien, que es a la que él y su partido representa y defiende, y la gente de mal, que aunque no concretó cuál era, se deduce que el resto, particularmente la que representa y defiende el actual ejecutivo, ese nido de rojos.

Esto de la gente de bien pondría un poco los pelos de punta a cualquiera si hubiera sido otro, y no Alberto Núñez Feijóo, el que lo dijera, pero al haberlo dicho este, que lo mismo pudiera en un futuro no muy lejano presidir un gobierno de coalición con la ultraderecha nostálgica (nostálgica ya se sabe de qué), pone los pelos de punta absolutamente. En su eterno, recurrente, retorno, la derecha patria vuelve no solo a hablar de buenos y malos españoles, sino a establecer y señalar quiénes son estos últimos, pues se da por entendido que los otros, los buenos, son los suyos.

"¡Deje ya de molestar a la gente de bien!", espetó Feijóo a Pedro Sánchez tras desgranar las cosas horribles que, a su entender, su gobierno hace, aunque más ligado, por el ser la última cuestión tratada, a la Ley Trans, esa que, por cierto, a muchos de los malos españoles tampoco les hace mucha gracia, sobre todo a las malas españolas feministas de veras. Se hablaba de becas y del mayor aporte de la historia que se va a hacer de ellas para que los pobres puedan estudiar, de las ayudas sociales, de las subidas de las pensiones y del salario mínimo, de las medidas para enjugar en algo la inflación, del impuesto a la banca y a las grandes corporaciones sobre los beneficios extra obtenidos mientras el común se empobrecía, y fue después de todo esto cuando Feijóo ya no pudo más y fue al grano: "¡Deje ya de molestar a la gente de bien!"

En fin; no hace falta insistir en quién es, para Feijóo, la gente de bien, esa a la que este gobierno está jeringando, al parecer, de manera insoportable. La cosa no iría más allá del típico calentón senatorial, tanto más llamativo cuanto quien lo padece es un hombre en teoría tan templado, si no fuera porque, además de desvelar nítidamente su pensamiento, exhuma el espantajo terrible de los buenos y los malos españoles que tanto daño hizo siempre a la nación.