Toyi Marcos Sosa

Desde mi ventana

Toyi Marcos Sosa


Desde la práctica

18/09/2022

Para los de siempre, la visión de la economía no es nada halagüeña. Y no lo es, desde el punto de vista de  la identidad del tercer sector que es el social con sus perspectivas bajo mínimos. Un sistema económico creado y dirigido como Dios manda, genera, produce, origina, causa, suscita, gesta y propaga bienestar para todos. Sin embargo, la desigualdad entre ciudadanos se acrecienta y puede ser crónica si no hay voluntad de quienes deben prevenir o subsanar. El Gobierno parece estar desconectado de lo real. Y el presidente aconseja a los suyos que salgan a la calle para que «España siga». ¿Siga subiendo los precios para que su recaudación también siga creciendo? Mejor, quédense en casa y ahorren, que por mucha oratoria que le echen, no es creíble todo eso que dicen defender. El escenario está en la calle y, eso, es incontestable. De palabras vanas como del viento, nadie puede subsistir aunque muchos, demasiados, vivan del cuento. Hagan un esfuerzo y reflexionen sobre sus responsabilidades y desatinos.  Las situaciones de urgencia requieren respuestas con números definidos y consensuados por todos, porque sin ellos la  población afectada no tardará en verse en exclusión social o en riesgo de entrar en ella. Disponer de una estrategia de acción con puntos exclusivamente por intereses ideológicos o propios, es malo. Se necesita gente fiable, social y corporativa  para que las soluciones que ofrezca beneficien a todos y, en especial, al conjunto más afectado. Lo bueno, no es discutido. Una decisión sin explicar el resultado final no favorece  el carrito de la compra, pues puede ser un cebo que deja fuera lo más básico, relega a los sectores productores y aboca a los pequeños autónomos al cierre por no poder competir en medio del frío que llegará. 
Deberían bajar el IVA de todo lo esencial y subirlo en  productos de lujo y gran lujo. Reducir el gasto estatal. Controlar la deuda pública. Adecuar las cotizaciones de la Seguridad Social. Pensiones dignas... En una sociedad que aspira a la igualdad de derechos, fuera privilegios a socios y ayudantes. Y para no entenderse, menos a mandar y más profesionales en la Sanidad.