Por San Antón, en la matanza del gorrino, se usaba la picadora de carne y de algún dedo si no andabas espabilado. La carne para picar era la que el dueño del cerdo desechaba con desprecio. Putin emula la fiesta, facilidad malsana con los pobres rusos. Manda a la picadora a 300.000 reclutados y la mayor parte no son reservistas. 
Los Wagner, mercenarios, asesinos de carta blanca, piden convictos en las cárceles que a cambio de su libertad, y como motín, destrocen vidas inocentes, violen a ucranianas, torturen o roben en casas ocupadas.
Putin fomenta la guerra de los 'no soldados', que no luchan por la patria y desprecian el honor, de los que no quieren enfrentamientos, pasar frío, o patear trochas para buscar al enemigo. Pero ese ejército es más una rémora que un avance. Los jefes y oficiales así tienen dos frentes, por delante el enemigo y los desertores asesinos que les apuntan a la nuca desde atrás. Y el costo económico de esa tropa de baratillo es mucho mayor que el del frente tradicional.
Pero lo peor es cómo deja Putin a su país. Los seguidores de Navalny de 2017, en protesta, se regenera el movimiento izquierdista-pacifista del 'No a la Guerra'; colas de 35 kilómetros en la frontera con Finlandia para huir del conflicto armado; políticos y empresarios rusos unidos ante un gasto inexplicable y en crecimiento constante; una nación sin influencia exterior, neutralizada y penalizada con sanciones exteriores. Un pueblo deteriorado y un estado sin predicamento. Putin se ha cargado el progreso de Rusia de estos últimos años; ha creado una situación social conflictiva y cansina, que imperativamente degenerará en guerra civil. La guerra y su germen están dentro de casa. 
Los límites del tirano Putin, como dice el defensor de los derechos ciudadanos y abolicionista Frederic Douglas, se definen por la resistencia de los oprimidos. Su huida hacia delante ha hecho hoy con los rusos lo que Stalin antaño: echar al pueblo con desprecio a la picadora. 
La lucha impaciente es fortaleza de la débil Ucrania y la debilidad de la fuerte Rusia. Putin te queda aún el tiro en la sien o, la destrucción del planeta. Todo puede ser.