Los resultados electorales de Castilla y León volvieron a evidenciar ayer la relatividad del valor del voto entre personas que viven entre un territorio y otro y también las diferencias que hay a la hora de convertirlos en representantes en el Parlamento. La jornada vivida ayer dibujo una retorcida aplicación de la Ley D'Hondt, cuya aritmética agudizó los problemas de Podemos y Ciudadanos, mientras que dio alas a las formaciones localistas. De hecho, Soria ¡YA! fue la candidatura que más 'barato' tuvo cada uno de los tres escaños logrados, necesitando algo más de 6.130 votos por cada uno, frente a los más de 61.000 que necesito PabloFernández para revalidad su asiento en elParlamento regional. Y es que es habitual que cuando se acercan las elecciones algunos partidos propongan una reforma de la Ley Electoral para ponderar más el número de votos total o hasta para crear una circunscripción única, pero eso choca con la idiosincrasia provincial de Castilla y León, donde el sistema de reparto de escaños D'Hondt sigue marcando su ley.

De este modo, la agrupación de electores de Soria ¡YA! ha sido la candidatura que más ha optimizado sus 18.390 votos, que le han servido para irrumpir en las Cortes con hasta tres parlamentarios, lo que significa que para cada uno de ellos ha precisado únicamente de 6.130 sufragios, que representa la cifra más baja de las registradas en las elecciones de ayer.

Cerca de esa marca se ha situado Por Ávila, que con 13.854 votos ha mejorado el número de apoyos respecto a 2019, ayudado por concurrir también en la circunscripción de Valladolid, aunque el grueso de sus apoyos ha vuelto a estar en su provincia de origen.

Pero la marca de Por Ávila ha sido mejorada tanto por el PP como por el PSOE, ya que los populares han necesitado de una media de 12.222 votos para conseguir cada uno de los 31 escaños conseguidos y los socialistas han requerido de 12.939 de media para sumar los 28.

En una franja media se han situado tanto Vox, que ha necesitado una media de 16.354 votos, y la Unión del Pueblo Leonés, con una marca de 17.292 papeletas para cada uno de los tres procuradores.

En el lado amargo de la curva se sitúan Unidas Podemos y Ciudadanos, que requirieron de 61.290 votos en el primer caso para lograr su único procurador, y de 54.186 sufragios en el caso naranja.