Víctor Corcoba

Algo más que palabras

Víctor Corcoba


Mayor conciencia

27/09/2022

Estamos hambrientos de quietud, confundidos a más no poder, mientras caminamos ansiosos en busca de seguridad, injertando en el cuerpo un sinfín de ansiedades que nos están dejando sin aliento. Deberíamos enterrar las armas del odio y proclamar la plegaria del entendimiento. Hay que desarmarse y armarse de comprensión para la comunión de pulsos. Esto es lo que urge: conciliar vocablos, reconciliar actitudes y hermanar posiciones de unión y unidad entre sí. 
Por desgracia, nuestro endiosado mundo todo lo corrompe y pervierte, hasta las mismas relaciones se envenenan para impedir cualquier posible diálogo; con lo fácil que sería poner las entretelas a reencontrarse, para ganar confianza entre análogos y verter un espíritu solidario, que teja justicia y enhebre luz para disipar el aluvión de tinieblas que nos acorralan por doquier. Esto lo que nos muestra es que aún no hemos aprendido a convivir; en parte, porque somos incapaces de educar para la convivencia, lo que nos exige una mayor conciencia de la justicia y cultivar mejor la honesta igualdad de oportunidades. 
 Reencontrados en un deseo que nos encamina a reconocernos como poetas en acción, siempre dispuestos desde la singularidad del andar de cada cual, a enramar ese poema celeste como instrumento de paz; nos toca avivar la palabra como luz y sonreír en la tristeza antes de que el desconsuelo nos trague la esperanza de desvivirnos por vivir. 
Mal que nos pese, hay que volver a lo auténtico, despojarse de tierra y vestirse de celeste poesía. De lo contrario, no lograremos nada, continuaremos ciegos, cometiendo crímenes en contiendas inútiles. La doliente realidad nos deja las pupilas resecas de contrariedades. 
La muestra es bien patente: 'Los comisarios, que visitaron Ucrania en junio, han reunido pruebas de ejecuciones, torturas, malos tratos y violencia sexual, que han presentado al Consejo de Derechos Humanos en Ginebra'. Lo incivil nos aborrega, pero continúa ahí, a la espera de que todo ser humano sea considerado como tal, aminorando la bestialidad entre sus similares y aprendiendo del intelecto de las bestias, que parece que nos ganan en protectorado. ¡Qué pena!