Queso y vino en hermandad

César Ceinos
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Villamuriel de Cerrato distribuye el día de San Roque más unas 2.500 raciones «como símbolo de unión» entre losvecinos de la localidad, que disfrutaron de unos festejos con una gran participación y afluencia de visitantes

El reparto se llevó a cabo junto al Ayuntamiento. - Foto: DP

Villamuriel de Cerrato cumplió una vez más con la tradición de merendar pan, queso y vino durante la tarde del día de San Roque. El Ayuntamiento del municipio del alfoz distribuyó unas 2.500 raciones a vecinos, peñistas y visitantes.

«Este reparto es un gesto de hermandad y unión de los villamurielenses», comentó su alcalde, Roberto Martín, quien se encargó, junto a otras autoridades civiles y religiosas, de repartir los alimentos a los asistentes que se congregaron junto a la casa consistorial. Tanto el reparto como la posterior merienda estuvieron amenizadas por el grupo de danzas Aldaba y los dulzaineros Esclusa 33, lo que imprimió a la tarde un ambiente aún más tradicional si cabe.

Esta cita, como es habitual, formó parte de las fiestas de Villamuriel de Cerrato, que arrancaron el viernes 12, el día de las peñas, y se clausuraron ayer con las últimas actividades. El balance del regidor fue muy positivo. Destacó que la participación de los peñistas fue «muy elevada», al igual que la afluencia de visitantes. Asimismo, agradeció el trabajo de todas las personas que hicieron posible el desarrollo de los festejos, que, al igual que ocurrió en muchos pueblos de la provincia, se pudieron volver a organizar sin las restricciones provocadas por la pandemia de coronavirus. De hecho, las verbenas atrajeron de nuevo a mucho público, que bailó sin limitación alguna y sin provocar «incidentes que reseñar», agregó Martín.

Entre las novedades, el alcalde citó el espectáculo pirotécnico Cavaltheos Foc a cargo de la compañía castellonense Scura Splats. «Al principio a la gente le costó un poco meterse, pero gustó mucho», declaró Martín antes de explicar que los levantinos fueron los encargados de encender la tradicional hoguera de la Virgen del Milagro en la era.

Asimismo, definió como «muy emotiva» la construcción de la cápsula de tiempo en la iglesia de Santa María la Mayor, otra de las citas que se celebraban por primera vez en el municipio cerrateño. El objetivo del Ayuntamiento es mantenerla cerrada en 2050 para que los vecinos del futuro sepan «lo que nos ha constituido como pueblo, nuestras tradiciones y sobre todo, el orgullo de ser de Villamuriel», según explicaron en el programa oficial de festejos.

Por otro lado, durante estas fechas también tuvieron lugar otros eventos más tradicionales, como la procesión en honor a la virgen y el canto de la salve, el voto de villa del pasado día 16 o el cross de San Roque. La cita deportiva, que se celebró el lunes (víspera del santo que da nombre a la prueba), alcanzó su trigésima edición.