Sin barra y con poco aforo no hay paraíso

J. Benito Iglesias
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Bares, restaurantes, gimnasios e instalaciones deportivas esperan retomar el pulso en breve y que las medidas restrictivas de la Junta no se tengan que prolongar en el tiempo

Sin barra y con poco aforo no hay paraíso - Foto: Juan Mellado

Las nuevas medidas restrictivas temporales decretadas por la Junta para tratar de frenar la curva de contagios por la Covid-19 en la capital empiezan a notarse en sectores productivos que habían empezado a ver luz al final del túnel. En los dos primeros días de aplicación, los efectos económicos negativos son palpables y los afectados confían en que todo pase pronto y las restricciones no vayan más allá de la semana prorrogable impuesta inicialmente por las autoridades sanitarias de la Junta.

Una buena parte de los numerosos negocios hosteleros consultados ayer por DP coinciden en señalar que no poder consumir en la barra y hacerlo sentados en el interior con aforo más reducido, junto al limite de seis personas en las mesas de las terrazas, merma sustancialmente los ingresos. «Si ya estábamos trabajando a un 50% de lo normal, ahora hemos retrocedido a mínimos sin apenas clientes», tal y como resume Félix San José, propietario de un bar y directivo de la Asociación de Empresarios de Hostelería (AEHP). Los locales más amplios y con terrazas capean un poco mejor el temporal, pero los que no disponen de ella y apenas tienen espacio interior para mesas son muy pesimistas.

Otro de los sectores que se ven perjudicados son los gimnasios y centros de ocio deportivo. Ya sean locales de gran tamaño y con salas amplias o instalaciones donde la distancia interpersonal está garantizada sólo pueden reunirse cinco personas y el profesor o monitor que imparte la actividad.

Sin barra y con poco aforo no hay paraísoSin barra y con poco aforo no hay paraíso - Foto: Juan Mellado«El aforo marcado no es lógico y no puedes trabajar así. En salas de 100 metros o más y seguridad máxima lo normal es tener 15-20 personas. De lo contrario, no se saca para pagar a un profesor», se lamenta Luis Ángel Romero, gerente del Gimnasio Fitness 21.

Sin barra y con poco aforo no hay paraíso
Sin barra y con poco aforo no hay paraíso - Foto: Juan Mellado
En su opinión, si las medidas restrictivas siguen en octubre el panorama se presenta muy negro. «Ojalá no perduren en el tiempo porque esta época atrae muchos usuarios tras el verano y más limitaciones nos  pueden abocar al cierre. Todos los gimnasios, grandes y pequeños,  decimos lo mismo», enfatiza.