Detectados más de 20 pisos en la capital como prostíbulos

Alberto Abascal
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Tras el cierre de los tradicionales clubes, el dato supone un incremento del 50% respecto a 2021

Detectados más de 20 pisos en la capital como prostíbulos

La Policía Nacional ha detectado en los últimos años la proliferación en Palencia de viviendas en las que se ejerce la prostitución. La presión ejercida desde siempre por las fuerzas de seguridad en los tradicionales clubes de alterne situados, por regla general, a pie de carretera o autovía (lucha contra la trata de seres humanos, estancia ilegal y drogas) ha motivado que la prostitución se haya trasladado, en el caso de Palencia, hasta los distintos barrios de la capital y, muy especialmente, en pisos particulares.

En la Brigada de Extranjería -competente en la materia-, aseguran que las informaciones en este ámbito han aumentado paulatinamente. En Palencia, como en el resto de provincias, hay pisos estables que se mantienen con el tiempo y otros que van cambiando.  En la Comisaría de la avenida de Simón Nieto tienen una radiografía  de la situación y calculan que, hoy por hoy, puede superar la veintena de pisos en los que se ejerce la prostitución (se han constatado hasta 22), lo que supone un incremento cuantitativo en el último año, más de un 50 por ciento, según los cálculos aportados desde Comisaría a  este periódico.

Hay que recordar, con respecto al ruido o posibles molestias de las que se pueden quejar los vecinos, que no son motivo del inicio de una investigación penal. Como mucho, puede dar lugar a un procedimiento civil. De hecho, los propietarios han de saber que pueden recurrir  a la Ley de Propiedad Horizontal para obligar a los inquilinos incómodos a cesar en su conducta o incluso iniciar el posible desahucio.

La prostitución no es un delito en España, solo se puede perseguir la que afecta a menores, lógicamente, y la trata de personas, es decir, la prostitución coactiva.

El único castigo contra la prostitución y contra quienes la consumen se halla en la Ley de Seguridad Ciudadana -la Ley Mordaza-. Su artículo 36.11 reza que la «solicitud o aceptación por el demandante de servicios sexuales retribuidos en zonas de tránsito público en las proximidades de lugares destinados a su uso por menores, como centros educativos, parques infantiles o espacios de ocio accesibles a menores de edad, o cuando estas conductas, por el lugar en que se realicen, puedan generar un riesgo para la seguridad vial», entrañan una infracción grave, castigada con entre 600 y 10.000 euros.  

La norma también establece que los «agentes de la autoridad requerirán a las personas que ofrezcan estos servicios para que se abstengan de hacerlo en dichos lugares, informándoles de que la inobservancia de dicho requerimiento podría constituir una infracción de desobediencia o resistencia a la autoridad».

Por tanto, la prostitución y sus clientes solo pueden ser perseguidos en la vía pública y da lugar a sanción administrativa, no a una investigación penal.

DELITOS ASOCIADOS. La jefa de la Brigada de Extranjería y Fronteras de la Comisaría de Palencia, la inspectora jefe Paloma Doncel, subraya a DP que en los últimos tiempos se ha notado «una importante disminución de los ruidos y las quejas por parte del vecindario, ya que las formas de cómo se ejerce la prostitución han cambiado». «Lo que no se ha modificado es el hecho de que a la prostitución se asocian habitualmente otras actividades ilícitas como el tráfico de estupefacientes y, por lógica, la explotación sexual por parte de organizaciones criminales que, a su vez, conduce a la trata de seres humanos», añade.

Por lo demás, Rebeca García Calleja, que centro su trabajo de fin de grado en la disciplina de Trabajo Social con el análisis de la realidad de la prostitución en Palencia (quizá el estudio más conocido hasta ahora), señalaba que esta actividad en la provincia de Palencia es ejercida por mujeres con una edad comprendida entre 26 y 35 años, solteras, y con nacionalidad extranjera, en su mayoría. Las mujeres inmigrantes proceden de países como Rumanía, República Dominicana, Brasil, Colombia, Paraguay, Ecuador o Portugal. 

En su estudio indicaba que más de la mitad de las mismas suele tener legalizada su situación administrativa o está tramitando sus papeles para su legalización. Son mujeres que emprenden un proyecto migratorio de forma autónoma y, en la mayoría de los casos, con ayudas de familiares y amigos. Asimismo, resaltaba la autora que la edad de inicio en la prostitución es, en su mayoría, entre los 18 y los 25 años. Las causas son, principalmente, por dinero o por no tener papeles y no poder trabajar. Y, el principal motivo de salida de la prostitución es encontrar un trabajo con ingresos similares. Estas mujeres suelen obtener unos ingresos mensuales de entre 600 y 900€ en función de los clientes atendidos al día, pero, por lo general, no disponen de la totalidad de estos ingresos y parte de los mismos son enviados a sus familiares o son destinados al pago diario al club en concepto de «plaza».

En cuanto a las condiciones laborales en las que realizan esta actividad, las personas que ejercen la prostitución tienen largas jornadas laborales, trabajando una media de 14,8 horas al día.

«Las mujeres que están en la prostitución deben saber que la Policía está para protegerlas», Paloma Doncel, jefa de la Brigada de Extranjería 

La Brigada de Extranjería de la Policía Nacional de Palencia lleva tiempo constatando un importante cambio de tendencia en el mundo de la prostitución. Con la llegada de la pandemia, la actividad se ha trasladado paulatinamente de los clubes de alterne a pisos particulares. «Actualmente, se prioriza la detección del delito por encima de la infracción que exista tras una situación de estancia irregular en nuestro país», asegura la jefa de la Brigada de Extranjería y Fronteras de la Comisaría de Palencia, la inspectora jefe Paloma Doncel. 

«Nuestra principal misión como Policía Nacional es proteger a estas mujeres por encima de todo porque no hay que olvidar que son víctimas. Se trata de personas con una muy alta vulnerabilidad; viviendo muchas de ellas una situación personal y familiar muy complicada», apunta al respecto la jefa de la Brigada de Extranjería y Fronteras de la Comisaría de Palencia, quien reconoce que, en ocasiones, son los mismos proxenetas los que se encargan de controlar y mantener el mismo sistema en los pisos como ocurría con anterioridad en los clubes de alterne. En otras ocasiones son las chicas las que se organizan por su cuenta. Se trata de mujeres cada vez más jóvenes, de origen hispanoamericano y en situación regular». 

Paloma Doncel también alerta de internet dentro de este campo. La pornografía y la venta de servicios sexuales son siempre de los primeros en utilizar maneras de encontrar clientes cuando aparecen nuevas tecnologías y casi desde el principio de la popularización del uso de internet. 

«El cliente cada vez más contacta con las chicas de manera anónima y aquí se abre un abanico de situaciones que hay que detectar porque habitualmente detrás de este tipo de actividades está la trata de seres humanos», subraya Doncel. 

La responsable de Extranjería de la Policía Nacional también quiere resaltar el trabajo conjunto que la Policía Nacional realiza con la asociación Aclad, cuyos profesionales, a través del programa LUA, «ayudan a estas mujeres en materia psicológica y de asistencia material, con la aportación de medios para su cuidado y protección».