La demanda de donaciones de sangre aumenta en verano

Lucía Toribio
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Los hombres de entre 45 y 60 años son los que más colaboran y desde el centro de donación recuerdan que «es de vital importancia, hasta en las cirugías más pequeñas»

Dos personas ayudan con su trasfusión de sangre - Foto: Sara Muniosguren

En verano, la gente se va de vacaciones y abandona su domicilio habitual. Esto provoca que dejen de seguir rutinas habituales como son para algunos las donaciones de sangre. «Las trasfusiones suelen bajar durante la época estival, pero es cuando más sangre se necesita. La movilidad provoca un aumento de los accidentes de tráfico o de otro tipo, y cada cirugía, por pequeña que sea, necesita sangre. De hecho, en Castilla y León necesitaríamos ahora unas 450 bolsas diarias. Además, tenemos dos grupos sanguíneos que se están pidiendo con urgencia a nivel nacional, el A+ y el 0-», explica Manuel Maza, presidente de la Hermandad de Donantes de Sangre de Palencia.

Durante el primer semestre, el número de donaciones ascendió a 3.392 hasta el mes de junio, siendo 3.170 donaciones de sangre y 222 de plasma. Febrero fue el mes en el que más se donó con un total de 643 trasfusiones en total, mientras que en abril solo hubo 444 donaciones. Del mismo modo, se recogió un mayor número  de trasfusiones en las colectas, mientras que en los puntos fijos oscilaron entre los 100 y los 150.

Frente a eso y debido a que en verano disminuyen las donaciones, Maza anima a todos los palentinos a donar, tantos hombres y mujeres, aunque los varones de 45 a 60 son los que más lo hacen. También, recuerda que «todos los lunes y martes acudimos a diferentes localidades de la provincia, y los miércoles, jueves y viernes tenemos un punto fijo en el hospital Río Carrión, los miércoles de 15 a 21 horas y los jueves y viernes de 09 a 15 horas. Además, casi todas las semanas tenemos un autobús en la Calle Mayor».

Necesaria. La donación de sangre es un procedimiento voluntario que puede ayudar a salvar vidas. Existen varios tipos y cada uno permite satisfacer diferentes necesidades médicas. El más común es la donación de sangre como tal, durante la que trasfieres aproximadamente medio litro de sangre entera. Luego, se separa en sus componentes: glóbulos rojos, plasma y, en ocasiones, plaquetas. Se trata de un procedimiento seguro ya que se utilizan equipos estériles y desechables, por lo que no hay riesgos de contraer una infección.

Por otro lado, está la aféresis, que incluye la donación de plaquetas, para problemas de coagulación o cáncer, trasplantes de órganos o grandes cirugías; la donación de plasma, para situaciones de emergencia y traumatismos y la donación doble de glóbulos rojos para pérdidas de sangre grave, como después de una lesión o un accidente, y para anemias en las que no hay suficientes hematíes para transportar el oxígeno por todo el cuerpo.

La plasmaféresis tarda algo más de tiempo, en torno a unos 45 minutos, mientras que la donación de sangre habitual solo roba al paciente 10 minutos. Sin embargo, el plasma se puede donar cada 15 días, en cambio el tiempo es más reducido para la de sangre (tres veces al año para las mujeres y cuatro para los hombres). A pesar de ello, es mucho más escasa porque ni es tan conocida ni tiene tanta visibilización.

«Pero, cuando hubo un gran descenso de las donaciones fue con la covid, sobre todo durante la primera etapa ya que la movilidad estaba muy reducida. Además, el Hotel Rey Sancho era el único lugar al que se podía ir a donar. Las personas también tenían miedo porque creían que alguien les iba a contagiar», asevera Maza.

Una gran parte de los donantes, sobre todo los más jóvenes, no son constantes sino que solo acuden cuando hay un llamamiento a la sociedad. «Tu puedes ir ahora a una facultad y hacer una campaña de donación, que seguro que mucha gente se anima, pero después de esa trasfusión, lo más probable es que no vuelvan», asegura el presidente de la Hermandad de Donantes de Palencia.

Asimismo, son muchos los que no donan porque tienen miedo a las agujas y la idea de estar 10 minutos con una clavada, les produce temor. Otros se marean con la sangre o les da miedo desmayarse. También hay algunos que piensan que les van a pedir constantemente que hagan donaciones. Cabe destacar que cualquier tipo de operación, necesita tener una o dos bolsas de sangre previstas. En general, el desconocimiento, el miedo y el hecho de restarle importancia influyen en una disminución de las donaciones. 

Sin embargo, los requisitos son muy sencillos; solo hay que tener entre 18 y 65 años y pesar más de 50 kilogramos. Aparte hacen un pequeño examen médico y un cuestionario muy sencillo, en el que se responden preguntas como estar en algún país exótico, sufrir algún tipo de enfermedad concreta o haberse realizado un tatuaje.