Deficiencias en el plan de obra del AVE V. de Baños-Burgos

L.M.
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El Tribunal de Cuentas del Estado, órgano fiscalizados, achaca a la «falta de coordinación entre los proyectos en ejecución» retrasos de más de tres años en algunos trabajos

Deficiencias en el plan de obra del AVE V. de Baños-Burgos - Foto: Jesús J. Matías

La construcción de la línea de AVE entre Venta de Baños y Burgos ha estado plagada de retrasos, contratiempos, fallos humanos y contradicciones que han dilatado la llegada de la Alta Velocidad a la capital del Cid cerca de una década.

La versión oficial siempre ha tratado de maquillar esos percances, pero es ahora el Tribunal de Cuentas (TC) el que ha puesto las cartas sobre la mesa. Este órgano fiscalizador, tanto de las cuentas como de la gestión económica del sector público, ha analizado tres de los cinco expedientes de contratación de la obra que fueron objeto de suspensión tan solo entre 2014 y 2017.Aunque cada uno tiene sus particularidades, la institución denota faltas de criterio, «deficientes» planificaciones y coordinaciones desde el inicio de las obtas previstas, solapes con otras construcciones o numerosas incertidumbres que motivaron retrasos que en ocasiones alcanzaron los 38 meses.

El informe elaborado por esteórgano autónomo de control se centra en tres contratos: el montaje de vía en el tramoQuintana del Puente-Estépar, la remodelación de la línea aérea de contacto en los accesos y en la estaciónRosa Manzano de la ciudad burgalesa y el proyecto de construcción de las instalaciones de protección civil y seguridad en los dos túneles que se han erigido a lo largo del trazado.

Empezando por este último, el día en el que se realizó el acta de comprobación, el 5 de marzo de 2015, el director del contrato dejó por escrito que la obra del túnel de Las Calbelzadas no estaba concluida, por lo que ejecutar todas las tareas para las que se les había contratado no era posible. Es por ello que, apenas dos meses después de arrancar el proyecto, y sin un céntimo invertido, se acordó la suspensión total del mismo. Hubo que esperar veinte meses para reanudar la operativa en el túnel ElAlmendro, cuya ejecución iba mucho más avanzada, mientras que para el de Calbelzadas la obra no pudo reiniciarse hasta enero de 2018, casi tres años después. Los trabajos fueron finalmente recibidos por el Adif el 8 de mayo de 2018, 38 meses después de su inicio debido a que las obras de construcción de las instalaciones de protección civil y de seguridad en los túneles se adjudicaron sin haber finalizado la construcción de los túneles ni el montaje de vía.«Ello pone de manifiesto un deficiente planificación en la vía», remarca elTC.

más líos. Pero este descontrol y falta de conocimiento sobre lo que se ejecutaba, se concluía y quedaba por construir no ha sido exclusiva de este contrato. La remodelación de la línea aérea de contacto en los accesos y en la estaciónRosa Manzano es también un capítulo aparte.El plazo de ejecución por el que se adjudicaron los trabajos el 5 de agosto de 2015 fue de medio año, pero no fue hasta junio de 2018, con un retraso acumulado de 26 meses, cuando se certificó el 99% del importe.

¿La culpa? Según el TC, el acta de replanteo fue negativa, ya que no estaba terminada la plataforma entre Estépar y la Variante de Burgos, mientras que el Adif, de manera paralela, había iniciado un estudio para una nueva configuración de las vías en la estaciónRosa Manzano.«Se pone de manifiesto una falta de coordinación entre los proyectos que se encuentran en ejecución, así como incertidumbre en cuanto a la determinación del objeto, ya que la configuración inicial de vías dificultaba enormemente la explotación a futuro», recoge elTribunal de Cuentas.

El expediente requirió una primera ampliación en 2016 para posteriormente suspenderse a mitad de ejecución por culpa del retraso que acumulaba la conclusión de la plataforma que le precedía y varios trabajos en la variante y en las inmediaciones de la estación de la capital burgalesa. Aunque se produjeron con posterioridad al periodo que el Tribunal de Cuentas ha fiscalizado (2014-2017), se acordaron cuatro ampliaciones más hasta llergar a cinco en total.La necesidad de adecuar el contrato inicial a la configuración de vías que propuso Adif a posteriori supuso un sobrecoste del 4,4%.

El montaje de la vía entre Quintana delPuente yEstépar fue también un cúmulo de despropósitos.Según se recoge en el informe, desde el inicio de las obras se hizo necesario tramitar un modificado para efectuar un cambio en la instalación de la plataforma, lo que pone de manifiesto según elTribunal «una falta de criterio en la definición de las actuaciones, así como una posible afección a la licitación y adjudicación del contrato, ya que el cambio en el montaje de la vía no fue conocido por los licitadores al presentar las ofertas, limitando su acceso a los procedimientos de selección de contratistas», apunta.

El expediente se formalizó en abril de 2015 y debía estar listo en noviembre de ese mismo curso previa inversión de 5,2 millones.Sin embargo, no fue hasta septiembre de 2017, 17 meses después, cuando se recepcionaron los trabajos. «Se evidencia una deficiente planificación y coordinación, ya que desde el comienzo de las obras se pudieron iniciar al no haber finalizado las de la plataforma.También se denota una falta de criterio en la definición de las actuaciones de la línea de Alta Velocidad», se explica en el informe sdel TC.

Toda esta serie de errores provocaron que, entre 2014 y 2017, el importe ejecutado en esta línea fuera de 416,4 millones de euros, un 46% del que estimaban se iba a invertir según los programas de actuación plurianual (898 millones). ElAdif-Alta Velocidad recoge en su cuadro de financiación que el coste de la línea de AVE alcanza los 2.890 millones.Los trabajos arrancaron en 2004 y se prolongarán más allá de 2025, con independencia de la fecha prevista de entrada en explotación comercial de la línea.

Transportes licitará la redacción de los proyectos a Vitoria antes de marzo

Mientras que el trazado ya construido de AVE entre Venta de Baños yBurgos sigue cerrado al tráfico comercial, a pesar de que las obras concluyeron en otoño del 2020, el tramo que unirá la capital burgalesa con Vitoria parece que va muy lentamente cogiendo ritmo.El último Consejo de Ministros del 2021 autorizó la aprobación del expediente de información pública y audiencia definitiva de su estudio informativo.

En otras palabras, dejó atrás los complejos trámites administrativos que había acumulado desde el inicio del expediente para pasar a una nueva fase.En esta habrá que sacar a licitación -para lo cuál hay que tener una cantidad de dinero reservada- la redacción de los proyectos constructivos. Y para el inicio de ese procedimiento ya hay fecha: según ha podido saber este periódico, elMinisterio de Transportes estima que sea a lo largo del primer trimestre de este 2022 cuando se inicien los trámites necesarios para sacar a concurso estos contratos.

La presidenta delAdministrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif), organismo dependiente de Transportes, ya avanzó a finales del año pasado su intención de empezar a licitar la redacción del proyecto en 2022. Y, de momento, parece que dicho y hecho. En los Presupuestos Generales delEstado para este ejercicio el Gobierno ha reservado una partida de 4,5 millones de euros, a sumar entre las provincias de Álava y Burgos.Es por ello que no se prevé que se puedan sacar a concurso todos -se estima que serían unos 15 proyectos o contratos- sino que habrá que esperar a próximos cursos.

La línea férrea que unirá Venta de Baños con Burgos y la capital vasca discurrirá por el extremo oeste de La Bureba a lo largo de 91 kilómetros y no por el corredor central. Se deberán construir o ampliar 26 estructuras -desde pasos inferiores y superiores hasta viaductos o túneles-.La conexión desde la estación con la Yvasca está también en tramitación.