Mariano San Abelardo, alcalde de la Pernía lo tenía muy claro ayer: «Hace frío y ha caído un buen manto, pero finalmente no ha sido mucho respecto a las grandes nevadas de antaño».

En cualquier caso, el primer edil de la comarca norteña confirmó a este periódico que en San Salvador de Cantamuda se había acumulado entre los 10 y los 15 centímetros de espesor, aunque en el puerto de Piedrasluengas este capa subía hasta los 35 centímetros, una cantidad ya francamente importante.

Por lo demás, la Ruta de los Pantanos, que discurre entre Cervera y Velilla, a través de la P-210, amaneció poco transitable debido a la abundante nieve acumulada en la calzada, aunque no hubo que lamentar incidencias, al menos, desde el punto de vista oficial nadie comentó nada al respecto.

Guardo y Velilla del Río Carrión, mientras tanto, pusieron toda la carne en el asador para despejar sus calles y las rutas aledañas. En este sentido, el Ayuntamiento de Guardo puso en funcionamiento cuatro quitanieves y un personal compuesto por una veintena de miembros, con el principal objetivo de limpiar las calles. Asimismo, en Velilla del Río Carrión, según los datos aportados desde el Consistorio, se movilizaron un total de tres máquinas quitanieves, que no solo funcionaron en el interior de la localidad sino también en la propia Ruta de los Pantanos.

Mientras tanto, el alcalde de Cervera de Pisuerga, Jorge Ibáñez, aseguró ayer que  no hubo que lamentar incidentes graves debido al temporal. «El operativo municipal estaba organizado, aparte de mantener siempre relación directa con las diferentes juntas vecinales». 

Sin embargo, surgieron «problemas de duplicidad de competencias con Diputación y Junta que dificultan enormemente la eficacia del servicio».

En cuanto a la capital, los copos de nieve se dejaron ver durante la mañana. 

Las mayores incidencias ya las habían traído las fuertes rachas de viento de los dos días anteriores. En este sentido, los bomberos tuvieron que retirar en las últimas horas  un chapón para evitar su caída en la calle San Antonio, además de talar un árbol, por peligro de caída, en el Camino de Collantes.  Por último, en la avenida de Cardenal Cisneros con el cruce de la calle Felipe II los bomberos tuvieron que asegurar un balcón de una vivienda que corría el peligro de desprendimiento.