Los reyes belgas, a esperar

Alberto Abascal
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Felipe I y Matilde tenían preparado su hospedaje en Carrión de los Condes, concretamente en San Zoilo, para realizar en varias etapas el tramo entre la ciudad jacobea y Sahagún, ya en tierras leonesas, de 37,6 kilómetros

Los reyes belgas, a esperar - Foto: Brágimo

La pandemia del coronavirus, que castiga a todo el mundo sin parangón, también se deja sentir en Palencia y no solo desde el punto de vista sanitario, social o económico, sino también religioso después de que las procesiones de Semana Santa hayan tenido que plegar velas. 

Desde el punto de vista turístico también puede ser un golpe duro porque una visita real a Palencia siempre es bienvenida, sobre todo para vender las excelencias de una pequeña provincia que no puede competir con el turismo de playa. Es el caso de la familia real de Bélgica, que ya tenía todos los preparativos diseñados para realizar un tramo del Camino de Santiago por tierras palentinas en esta próxima Semana de Pasión y que, a falta de una confirmación oficial, se quedará en meras intenciones dado que España se encuentra bajo las directrices del estado de alarma.

Según los datos a los que ha tenido acceso Diario Palentino, los reyes belgas Felipe I y Matilde tenían preparado su hospedaje en Carrión de los Condes, concretamente en San Zoilo, para realizar durante la Semana Santa en varias etapas el tramo entre la ciudad jacobea y Sahagún, ya en tierras leonesas, de 37,6 kilómetros.

Los monarcas belgas, acompañados por amigos, tenían intención de realizar este recorrido, iniciándolo por la comarca de la Cueza. Durante su recorrido se hubieran encontrado con la abadía de Benevívere y en el tramo final se hubieran topado con San Nicolás del Real del Camino y Sahagún, donde hubieran podido disfrutar de cuatro grandes construcciones arquitectónicas: la iglesia de San Lorenzo, la iglesia de San Tirso, el Santuario de la Peregrina y el monasterio real de San Benito.

Segundo año

Hay que recordar, como ya adelantó Diario Palentino el pasado año, que Felipe I y la reina Matilde de Bélgica recorrieron, acompañados de sus hijos y de unos de amigos, el Camino de Santiago, al igual que lo hicieron los dos últimos años. En esta ocasión (abril de 2019), el tramo elegido fue el que atraviesa las provincias de Burgos y Palencia.

Los monarcas fueron vistos en Frómista contemplando la famosa esclusa cuádruple del Canal de Castilla de esta localidad, uno de los emblemas más significativos de la que es considerada como uno de las obras de ingeniería hidráulica más importantes del siglo XVIII y principios del XIX.

La familia y un grupo numeroso de amigos discurrieron por el tramo palentino como si se tratase de una familia más de las que peregrinan durante la Semana Santa y es que, la discreción siempre ha primado en este viaje privado de la Casa Real belga a tierras castellanas. 

«El día anterior hubo mucho revuelo de gente y cuando han pasado también se ha notado su presencia por la seguridad que les acompaña, aunque ellos quieran ser muy discretos», llegó a comentar un vecino de Itero de la Vega, quien reconoció que en el municipio había gran expectación con la visita de los monarcas belgas, aunque fuera como pueblo de paso en su peregrinaje.

Recorrer diferentes etapas de la ruta jacobea se ha convertido en una tradición en la familia real de Bélgica, y es que Felipe y Matilde llevan ya tres años viniendo a España como discretos peregrinos, recorriendo a pie el Camino Santiago Francés. 

Una tradición que comenzó en 2017, cuando optaron por un tramo de Navarra, mientras que en 2018 escogieron las provincias de Álava y Logroño. Una vez que tenían intención de conocer con mayor profundidad la provincia, el coronavirus lo acaba de fastidiar para desgracia de nuestro turismo provincial.