Splatoon consiguió que los shooters sean para casi todas las edades (con PEGI +7) gracias a la ingeniosa idea de que los personajes no sean humanos, disparen tinta en lugar de balas y que la victoria no dependa de eliminar a los rivales sino de pintar del color de cada equipo la mayor cantidad del escenario posible, de manera que no hay violencia visual. Si a esto se le añade la personalidad que imprime el hecho de que los protagonistas se convierten en cefalópodos cuando están en un charco de tinta y pueden avanzar rápidamente y recargar si la tinta en la que se sumergen es del color de su equipo se entiende que la serie tenga un éxito cada vez mayor.

Con cada entrega esta base se ha ido perfeccionando, de manera que Splatoon 3 perfecciona lo ya visto hasta ahora y trae novedades, no muchas pero sí muy acertadas, en las armas, modos de juego y escenarios. La respuesta de los jugadores ha sido rotunda: en los tres primeros días a la venta, Splatoon 3 ha vendido 3,45 millones de copias en Japón, y también fue el juego más vendido en el Reino Unido la semana pasada. 

Tintalia, la ciudad en la que están los personajes cuando no combaten, es muy grande y al principio da la sensación de ser caótica pero luego ya se siente como una muestra más de la mayor libertad que el juego concede a los jugadores, y la posibilidad de decorar la taquilla es un detalle pequeño pero encantador que se suma a las opciones de personalización de los inklings y octarianos en la ropa que llevan y los peinados, algo en lo que los jugadores invierten más tiempo del que suelen reconocer.

Tinta fresca y brillante Esa mayor libertad también se percibe en el modo campaña, en el que hay que luchar contra el ejército octariano y que está diseñada para que el jugador no se quede atascado.

En el modo cooperativo Salmon Run hasta cuatro jugadores luchan contra oleadas de salmones, trae la opción de enfrentarse a un jefe final. En el modo multijugador hay otro de esos pequeños toques que se agradecen, ya no es un menú en el que esperar a que se incorporen los demás jugadores, sino un vestíbulo como tal en el que se puede ir practicando antes de entrar en combate. De lanzamiento hay nuevos modos de juego, más escenarios y nuevas armas como el acromatizador, un arco que puede cargar los disparos, o el azotintador, una especie de catana efectiva en las distancias cortas y media. 

Los nuevos movimientos como una esquiva o los escenarios sirven para probar nuevas estrategias, las partidas en competitivo por equipos son tan intensas y rápidas como siempre y mantienen la tensión hasta el final, con resultados tan apurados que hacen posible un cambio en las tornas en apenas unos segundos, en Splatoon nada está decidido hasta que se acaba el tiempo.

Tinta fresca y brillante Aunque la acción de Splatoon es frenética, la tercera entrega incluye una opción para quienes quieran otro ritmo de juego o hacer una pausa con lucha carterritorial, un duelo de cartas parecido al Tetris.

Frente a otros juegos que de lanzamiento van muy justos de contenidos, Splatoon 3 incluye una gran cantidad de opciones iniciales, con las novedades suficientes para renovar la franquicia que, además, crecerá más todavía con futuras actualizaciones. 

Splatoon vuelve a Switch con el cartucho lleno de diversión y emociones y más personalidad que nunca con una diversión prácticamente sin límite de edad.