«Uno de los retos de la Iglesia es recuperar a los jóvenes»

Ical
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El sacerdote palentino afincado en Valladolid Jesús Mateo presenta 'Evangelio', un libro en el que reúne sus sermones

«Uno de los retos de la Iglesia es recuperar a los jóvenes» - Foto: Miriam chacón (Ical)

Nacido en Cervatos de la Cueza en 1936, Jesús Mateo ingresó a los 12 años en el seminario menor de Lebanza. En 1960 se ordenó sacerdote y en su tierra palentina fue pastor en Villaoliva de la Peña, Ampudia y Grijota. En 1973 llegó a Valladolid y desde entonces ha pasado por las Adoratrices, San Vicente de Paúl (Huerta del Rey) y San Mateo (en el Paseo de Zorrilla), que dejó por la parroquia de la Virgen de San Lorenzo, donde permaneció hasta su jubilación hace ahora cinco años.

Mateo asegura que el uno de los retos más importantes que tiene la Iglesia en la actualidad es recuperar a los jóvenes y convencerles de que vale la pena seguir a Cristo, ya que es el «único camino» hacia la felicidad. Este es uno de los objetivos que busca con Evangelio, un libro en el que recupera los comentarios diarios que hace de las lecturas sobre la vida de Cristo y que, desde hace cuatro años, los difunde a través de un grupo de WhastApp que comenzó estando formado por poco más de 300 contactos y que ya supera los 800.

No obstante, reconoce que, como sacerdote, lo único que le pide a Dios a estas altura de la vida es «morir con las botas puestas. Un sacerdote nunca se jubila». Aunque continúa al pie del cañón y en la actualidad es el encargo de la iglesia de Las Angustias, Mateo reconoce que el mayor tiempo libre del que disfruta gracias a la jubilación le ha permitido escribir este libro, una idea a la que llevaba tiempo dando vueltas y que incluso pensó en encargar a un compañero sacerdote.

El libro que ahora ve la luz es solo un parte del trabajo que ha venido realizando en los últimos años. En Evangelio se recopilan los sermones de seis meses, de enero a junio, pero Jesús Mateo ya ha escrito los comentarios de los ciclos anuales y que establece la Iglesia para la lectura del Evangelio en la misa y que se repiten cada tres años, por lo que no descarta que el resto de sus escritos vean la luz más allá de su grupo de WhastApp.

En declaraciones a Ical, el sacerdote confiesa que cada día le asombra más la lectura de los evangelios. «Es como un tesoro escondido, como un mar sin fondo, en el que siempre se encuentra algo nuevo. Cuanto más te dedicas a él, más te sorprende». Al mismo tiempo, recalca que se trata de un trabajo pensando para «para cristianos corrientes», aunque también lo leen sacerdotes, obispos y algún cardenal, en el que ha empleado un estilo sincero, directo, positivo e incisivo. .

Mateo, que cita al Papa Francisco, al asegurar que todo el «mundo debería llevar un evangelio en su bolsillo», recalca que el mensaje que él quiere transmitir es el de «encontrar, amar y dar a conocer a Cristo, una figura líder, atrayente, que arrastra, que da paz y felicidad. Quien encuentra a Cristo en la fe ha encontrado un tesoro». Argumenta que es un misterio que existan personas que «ven a Cristo y se enamoren de él, mientras que otras le dejen al margen. ¿Por qué los jóvenes se nos apartan ahora de la Iglesia? Estamos ante un reto», afirma, a la vez que pide autocrítica en el seno eclesiástico y recuerda que al que lee el Evangelio diariamente «cambia de vida y es transformado por Cristo».

Además, también se muesrta sorprendido por la difusión que han alcanzado sus sermones wasapeados. «Yo lo llamo mi parroquia virtual», afirma, y apunta que la Iglesia debería utilizar mucho más las redes sociales para hacer llegar el mensaje de Cristo.