El barrio del Carmen exige vigilancia policial más efectiva

Ismael Martín
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Los conflictos por drogas tienen en jaque a los vecinos. Reclaman diversas mejoras en la plaza principal y sus calles

El barrio del Carmen exige vigilancia policial más efectiva - Foto: Óscar Navarro

Los vecinos del barrio del Carmen exigen una solución a los diferentes problemas que se presentan en el mismo. «Las reivindicaciones de este emblemático barrio en la historia de la ciudad llevan solicitándose bastantes años sin que nuestros representantes en el Consistorio pongan interés», resalta el portavoz vecinal, José Luis Ainsúa.

Los conflictos en el barrio conforman una de las principales preocupaciones entre los vecinos, pues «las principales calles se han convertido en un supermercado de la venta de drogas con los consiguientes problemas que generan en la vecindad», subraya Ainsúa. Como solución propone campañas de concienciación, a la vez que una vigilancia policial efectiva. «La reposición del policía de barrio podría ayudar», afirma.

Por otra parte, el portavoz vecinal incide en la falta de civismo respecto a la zona de juegos infantiles. «Antes de seguir reponiendo, el Ayuntamiento tiene que estudiar otra alternativa de suelo para evitar que se arranque permanentemente», admite. Además, pide subsanar los daños en el techo de los pórticos de la plaza del Carmen. «Siendo consciente de la parte de propiedad de los vecinos, no deja de ser de utilidad pública y hay peligro de derrumbe, como ya ha sucedido», explica. En esa misma plaza hay una fuente que da muestras visibles de falta de mantenimiento. «Nuestra solución es sustituirla por una escultura que represente la historia del barrio pues la actual fuente solo sirve como elemento contaminante inservible», señala. 

Otra de las reclamaciones es la que concierne a la iluminación. «Las calles General Mata, San Juan de la Cruz y las adyacentes a las mismas tienen las farolas muy altas, lo que hace que la luz enfoque directamente en las habitaciones de las casas con la consiguiente contaminación lumínica impidiendo conciliar el sueño, sobre todo en verano», comenta. Los problemas de acerado también están a la orden del día. «El barrio cuenta con calles estrechas y aceras de reducidas dimensiones, lo que añadido a los aparcamientos de vehículos, dificulta el tránsito y el acceso a sus domicilios de las personas en silla de ruedas y con cochecitos de niños», subraya.

fábrica de armas. A Ainsúa le resulta incomprensible que en la fábrica de armas se sigan haciendo las pruebas de cartuchería, máxime a tan pocos metros de las viviendas por las molestias que generan las detonaciones, a la vez que impide la expansión en la zona. «Consideramos que la fabricación de los cartuchos puede desplazarse al polígono y los más de 230 metros cuadrados reconvertirlos en zona de parques, viviendas y ocio verde», sostiene. Asimismo, sugiere que el Lecrác sea un centro de más utilidad facilitando a los vecinos poder reunirse como comunidades cuando así se solicite. Del mismo modo, «la explanada de la calle Fábrica Nacional, a la izquierda del Lecrác, se puede convertir en un centro social para personas mayores», apunta Ainsúa.