Antonio Álamo

Antonio Álamo


Preludio

30/03/2023

Es posible que el reciente espectáculo político ofrecido en el Congreso gracias a la fallida moción de censura se convierta en el preludio de otro a la vista de la inminente convocatoria de elecciones municipales. Nada lo impide. Por el contrario, todo indica que las maneras tranquilas y educadas tardarán en regresar y mientras, en su lugar, habrá que contentarse con escenas de difícil digestión y eslóganes simplistas. O soportando las representaciones teatrales de unos cuantos candidatos en programas de entretenimiento. Desde luego, puede tener su gracia comprobar cómo quienes se desgañitaron hace unos días en el Congreso se transforman en querubines celestiales en busca de almas irredentas. Todo sea por un voto.
Cuesta imaginar que lo que se avecina a partir de ahora y hasta el 28 de mayo sea agradable. No lo parece y pueden encontrarse explicaciones. Por lo pronto, todo indica que a veces importamos bienes de difícil encaje aquí, quizá por razones de mentalidad o porque todo lo que viene de fuera se supone que es mejor. Copiar o adaptar técnicas electorales provenientes del otro lado del Atlántico, por ejemplo, puede parecer síntoma de modernidad pero no pasa de ser eso, una reproducción que además necesita cierta reflexión… la misma que induce a un zurdo a cambiar el orden de las cuerdas de su guitarra recién comprada. Dicho de otra manera: las campañas electorales que llevaron a la presidencia de EEUU a John Fitzgerald Kennedy o a Barack Obama pertenecen a otra época, al pasado.
 Por esa misma razón, habrá que observar los próximos excesos de algunos candidatos con el culto a la imagen, promovidos por  ¡ay, ironías de la vida! el periodismo de entretenimiento. Más que nada porque a veces resultan contraproducentes… Ver a algunos padres de la patria haciéndose los simpáticos ante la cámara y contando sus aventuras juveniles no es que produzca estupor o risa. No, ni mucho menos. Produce desasosiego ver el resultado, quizá porque las circunstancias y especialmente nosotros, los votantes, lo hemos propiciado. El tiempo dirá si terminaron convertidos en avezados émulos de Narciso, aquel joven que, según leyendas beocias y Pausanias y Ovidio, permaneció junto al arroyo hasta que se consumió.