«Volví a Palencia con el Canoe y el pabellón me impresionó»

David del Olmo
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Adrián Fuentes compartió la posición de base con Quique Garrido en la campaña 2010-11. Guarda un buen recuerdo de su paso por el club morado. Lastrado por las lesiones, se perdió el final

«Volví a Palencia con el Canoe y el pabellón me impresionó»

El malagueño Adrián Fuentes fue base del Palencia Baloncesto en la campaña 2010-11, sufrida por sus problemas físicos, aunque con un buen final colectivo con la salvación.

¿Qué recuerdos guarda?

Fue bonita, pero dura. Peleamos todo el año y nos salvamos en el play-out que había entonces. Hicimos un buen grupo y sacamos adelante una eliminatoria dura con el Alcázar. Las temporadas no solo se recuerdan por títulos. Cuando te salvas así también hay mucha emoción. En lo individual fue agridulce, porque me volví a lesionar. Me había recuperado de la de ligamentos y cuando estaba encontrando las sensaciones, fue el menisco y no pude jugar el final de temporada.

Fue una liga competitiva

No teníamos mal equipo, pero la liga era espectacular, con equipazos con jugadores ACB. Tuvo mérito la permanencia. Con lesiones y cambios en la plantilla, salvarse fue una doble satisfacción. El equipo dio la cara.

Llegó a Palencia a la vez que Ale Navajas, compañero en la cantera del Unicaja

Sí, y además amigo, vivimos juntos en Palencia. También coincidimos en el Alicante y este año en el Marbella. En Palencia éramos muy jóvenes, pero sí lo hemos hablado, que después de tantos años juntos, nos conocemos. Con una mirada sabes lo que quiere el otro, es fácil jugar.

¿Ha tenido contacto con más compañeros?

Con Quique Garrido, que es amigo para toda la vida. Con Édgar San Epifanio hice una gran amistad también. Hace poco nos vimos cuando jugamos. Ycon SergioGarcía hablo de vez en cuando.

En la 11-12 logró el ascenso con el CB Canarias

Deportivamente fue el mejor año.Teníamos un equipazo y nos salió todo, ganamos Liga y Copa, ascendimos tres jornadas antes, la isla volcada, un espectáculo.

Ha seguido viniendo al pabellón, ahora de visitante

La última vez con el Canoe, un partido que teníamos perdido y no sé cómo ganamos. Me impresionó el pabellón nuevo. Siempre es bonito jugar ahí, con esa afición. Solo estuve un año, pero recuerdo a gente que conocí y es bonito volver a verla, ver cómo te animan y hasta cómo te silban.

Sigue dando guerra pese a aquellas lesiones

Estuve aquel verano recuperándome y a partir de ahí, toco madera, me han respetado las lesiones. Y los años que me queden, que no creo que sean muchos [risas], espero que siga así. Ya vamos viendo la luz al final del túnel [risas].

Jugar en la ACB, ¿lo mejor?

Era mi sueño jugar ahí. En el Unicaja era difícil subir, así que cuando a mitad de campaña me llamó el Obradoiro me hizo una ilusión tremenda. Lo bueno es que me ficharon para jugar, y cada vez tenía más minutos de segundo base. Y me lesioné.Es lo más bonito que me ha pasado. Todo pasa por algo, será que mi sitio estaba en otro lugar.

En el Canoe jugó con Tyson Pérez, una joya

Lo tiene todo. Me enfrenté a él en LEB Plata y la evolución de la primera a la segunda vuelta fue increíble.Lleva desde los 15 años jugando, tiene 22 y es una pasada cómo mejora cada año. En el Canoe nos sorprendía cada día físicamente y lo que trabaja. Si las lesiones le respetan tendrá una carrera larga en la ACB.

¿Qué tal en casa, jugando en el CB Marbella?

El equipo tuvo un periodo de adaptación y cuando tenía ya la plantilla al completo, encadenamos ocho victorias y logramos una opción de luchar por la fase de ascenso. Es un club humilde que subió de EBA y hace las cosas bien. El año próximo será peligroso. Por trabajo quería estar este año en Málaga, así que no lo dudé. Varios socios vamos a poner en marcha un negocio de hostelería y quería estar cerca el primer año. Menos mal que aún no lo habíamos abierto.