Ilia Galán

Ilia Galán


Esperanza y cruz

11/04/2022

El frío del invierno parece que poco a poco se nos retira a medida que la Semana Santa avanza. Las lluvias que la natura envía no impedirán que en los claros la tradición de nuestras procesiones siga, pues vuelven a salir los pasos con ilusión, después de tanto tiempo de triste congelación. El virus maléfico nos maltrató y no nos dejó, pero algo mejor estamos y muchos queremos vivir sin reclusión. Los símbolos de la redención, de la esperanza y la salvación, vuelven a tomar las calles. Donde un hombre, que se declaró también Dios, fue torturado hasta la muerte y colgado de un madero con clavos fieros, curiosamente planea no tanto lo terrible que en el humano género vemos: la maldad, la traición, el horror... Sino sobre todo la próxima resurrección. Ahora vemos cómo vuelven los pasos de estas fechas de conmemoración a llenar nuestras calles de honda meditación, a reflexionar sobre la injusticia, sobre las claves que en nuestra cultura y manera de ver el mundo impregnó la cristiana religión. Y nos alegra esa manifestación de arte en la calle, trágica, como es nuestra seria Castilla, honda, que rememora acontecimientos pasados en la lejana Palestina, porque significa todo esto un ir dejando atrás la amenaza de la gran pandemia que tanto nos arrebata. Plagas o pestes no duran eternamente, como tampoco otros males de este mundo y después del invierno y de temporales infiernos llega el cielo, y la primavera florece en nuestros campos, el buen tiempo asoma, la noche acaba en día y este se alarga. En Guardo han terminado de plantar más de mil árboles y la estepa se convierte en frondosa floresta, alejando del panorama futuro las desérticas miradas en nuestras tierras. Muchachos con hermosos empeños lograron estos deseos de mejorar lo nuestro y lo ajeno, que el futuro será también para otros. La cruz lleva, si la portamos con dignidad, a la resurrección, a la solución de muchos males. Hermosa reflexión que nos muestra cómo lo que fracasa en la materia, en el alma puede triunfar; si nos va mal por fuera, por dentro tal vez mejor vaya. El mal puede mutar en un gran bien, experiencias pasadas nos lo señalan.