Editorial

El objetivo es mejorar las opciones de aparcar en el centro

Diario Palentino
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Ya no serán tan baratos como antes, aunque tampoco tendrán unas tarifas desmedidas

No es una tarea fácil, sobre todo a las horas punta de inicio de la jornada laboral o durante el horario de comercio, y menos aún en el centro histórico. Al número cada vez mayor de calles y plazas peatonales se han sumado durante la pandemia los espacios cedidos por el Ayuntamiento a los hosteleros que no disponían de terraza para que pudieran desarrollar su actividad durante las prohibiciones o restricciones del consumo en el interior de bares y restaurantes, y esto ha reducido aún más las plazas de aparcamiento. Tanto en el casco antiguo como en los distintos barrios. 

Y si bien es cierto que Palencia es una ciudad bastante cómoda, que por su tamaño y su entramado urbanístico no presenta grandes distancias, con lo que trasladarse a pie no resulta demasiado gravoso, no lo es menos que participa, como el común de las poblaciones, del hábito tan extendido de moverse en coche para casi todo. No es tampoco el lugar donde la bicicleta está más presente, bien porque resulta muy difícil vencer hábitos como el citado, bien porque los carriles-bici no acaban de ser del gusto de los usuarios o porque muchos no saben bien a qué atenerse respecto a la circulación  urbana. 

Por otra parte, el transporte público dista bastante de mantener una ocupación óptima, que aliviaría en buena medida el problema de la falta de aparcamiento. Sea como fuere, el coche sigue siendo el rey de las vías capitalinas y el Ayuntamiento se ve en la tesitura de buscar -y encontrar- soluciones para los problemas que se derivan de ello, como es el de los espacios aptos para un estacionamiento más o menos prolongado. La zona azul tiene sus normas, que vienen marcadas por la obligatoriedad de estar muy pendiente del tiempo para no ser multado y para que en último término cumpla su objetivo último, que es precisamente el de favorecer el aparcamiento en las zonas de mayor paso de vehículos. Y ahí es donde entran en juego los denominados parkings disuasorios, en el caso de Palencia los ubicados en la antigua Estación de Pequeña y en Los Jadinillos, junto a las terminales de trenes y autobuses. Están a dos pasos del centro y son más baratos que uno privado. 

Ahora se han ampliado con ese fin último de mejorar las opciones de aparcar en el centro, pero ya no van a ser tan baratos. Considera el Ayuntamiento que hay que rentabilizarlos y, para ello, los saca de la ORA y licita su gestión, de cara a recibir unos 350.000 euros al año. Las tarifas se incrementarán, aunque seguirán siendo más económicas que en un parking privado y además se ofrecerán precios reducidos los sábados, domingos y festivos. Dejar todo el día el vehículo costará 3,15 euros, algo que no parece desmedido, teniendo en cuenta la cercanía de ambos espacios al corazón del casco urbano.