Sergio Fernández, aparte de amiguete y una persona de gran corazón, es mi chef favorito de cuantos he visto en televisión, ya en su Cocinamos contigo y sobre todo con el, a mi juicio, magnífico programa Escuela Canal Cocina. 
Y es mi favorito por varios motivos, siendo sin duda el principal lo castizo y gracioso de su lenguaje. Son muy suyas expresiones como «se te inclina to el boinón», «buenísimo de la muerte», «turboman», «ponle peguitas», «Dios mío por qué me has dado este cuerpo», «mortimor», «aprovechategui», «al lorito dos santos», «más claro que el caldo de un asilo» … algunas de las cuales forman parte ya de nuestro vocabulario particular en casa. Nos reímos con él y lo pasamos bien viéndolo e intentando aprender de cómo cocina. Y el hecho de que haya sustituido tacos y palabras mal sonantes por expresiones de este perfil y así de amenas me parece fantástico.
Otra de las cosas que me encantan, ya vista la afinidad personal que me une a Sergio, es lo didáctico y el trepidante ritmo que le pone a sus programas. Hay veces que me recuerda a la serie Expediente X, en la que había ocasiones que si pestañeabas un poco más largo de lo habitual ya habías perdido el hilo del capítulo. Y es que con sus nervios y pasión le da una marcha al asunto tal que uno se ve obligado a prestar toda su atención; hoy que estamos delante de la televisión con un libro, el móvil u otro aparato electrónico… cuando vemos a Sergio en acción más nos vale no intentar hacer dos cosas a la vez para no perder detalle.
Dentro de la gran cantidad y formatos de programas de cocina que tenemos a nuestro alcance, entre los muchísimos cocineros y cocineras que podemos ver, por supuesto con la memoria de los pioneros y una loa al que más ha calado en nuestros hogares, Karlos Arguiñano, mi favorito personal es Sergio. Como cualquier espectador, me gustan bastantes, otros me aburren o no siento afinidad con ellos, hay casos en los que no me encaja el cocinero con el formato, etc. Pero si algo creo que debe tener un programa de cocina, además del entretenimiento, es no perder nunca el carácter didáctico. En Escuela Canal Cocina lo tienen claro, incluso complementado vía online, ¡en la que se puede hasta obtener un diploma como alumno!