Admirado Giralte

DP
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Campos del Renacimiento expone en San Pedro de Cisneros hasta el 25 de septiembre 'San Miguel Arcángel', obra invitada que llega desde Valle de Cerrato

Admirado Giralte - Foto: DP

San Miguel Arcángel, obra firmada por Francisco de Giralte hacia 1550, puede verse hasta el 25 de septiembre en San Pedro de Cisneros, una de las sedes del Museo Territorial Campos del Renacimiento. Se trata de una  iniciativa que pretende poner en valor el destacado patrimonio palentino, y durante tres meses (coincidiendo con el desarrollo de cada una de las estaciones), se expone una obra de arte invitada en una de las localidades que conforman este museo: Becerril de Campos, Paredes de Nava, Cisneros y Fuentes de Nava.

La presencia de este San Miguel  Arcángel permitirá reforzar la presencia de este destacado escultor, que dejó en el retablo mayor de la iglesia de San Pedro de Cisneros una de sus obras más importantes. La pieza que puede verse temporalmente en Cisneros procede de la iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Asunción en Valle de Cerrato, y ha sido restaurada en el Centro de Conservación y Restauración de la Fundación Las Edades del Hombre. Además de esta escultura, el visitante también podrán descubrir otras de las creaciones del autor expuestas en Campos del Renacimiento. Así, en la misma iglesia de San Pedro de Cisneros dejó varias obras, entre ellas, el conjunto escultórico que conforma el retablo mayor del templo con escenas de la vida de San Pedro y de Cristo; esculturas de bulto redondeado y relieve con una magnífica policromía. 

Aunque no se ha localizado la documentación que lo confirme, la escultura conservada en la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción de Valle de Cerrato es aceptada casi con unanimidad como obra de Francisco Giralte (hacia 1510-1576), uno de los más importantes escultores castellanos del segundo tercio del siglo XVI. Discípulo primero y después destacado colaborador de Alonso Berruguete, su obra ejerció una influencia determinante en la evolución de la escuela palentina hacia el manierismo expresionista, si bien es cierto que fue más matizado que el de su maestro y que nunca abandonó un concepto clásico de belleza.

Pocos argumentos pueden añadirse a los publicados por Martín González y Parrado del Olmo para justificar la atribución. El cabello se ordena en gruesos mechones ondulados, sujetos con una diadema sobre la frente. El movimiento, más que real en potencia, queda reflejado en la distorsión muscular en ambos brazos y en el agitado plegado del manto y los extremos de las alas. El escudo, decorado con una cruz, presenta un perfil de cueros recortados frecuentemente utilizado en retablos documentados de Giralte. El canon es más alargado al característico de su primera etapa, por lo que debe situarse la escultura en fechas próximas al año 1550, momento en el que su estilo gana en monumentalidad y elegancia.

Se ignora la fecha exacta de nacimiento de Francisco Giralte, aunque todo parece indicar que debió acontecer en torno a 1510. También se desconoce el lugar, aunque probablemente pudiera haber sido en Palencia o en sus cercanías ya que fue precisamente esta ciudad en la que instaló su primer taller entre 1532 y 1535. Sus trabajos iniciales los realizó para la antigua diócesis de Palencia que incluía la ciudad de Valladolid y parte de su provincia. Trabajó a las órdenes de Alonso Berruguete en la sillería alta del coro de la catedral de Toledo, una de las obras más sobresalientes del Renacimiento español, realizada entre 1539 y 1542. Los últimos años de su vida los pasó en Madrid, donde residía desde 1550 en unas casas que adquirió en la Carrera de San Jerónimo donde disponía además de taller. Allí realizaría el retablo mayor y los sepulcros de alabastro del obispo Gutierre de Vargas y Carvajal y de sus padres, Francisco de Vargas e Inés Carvajal, en la conocida como capilla del Obispo, espacio arquitectónico adosado a la iglesia de San Andrés. De su vida familiar se sabe que casó con Isabel del Castillo y que dos de los hijos Jerónimo y Francisco, aprendieron el oficio paterno.

museos parroquiales. El Museo Territorial Campos del Renacimiento nace de la unión de los museos parroquiales de Becerril de Campos, Paredes de Nava, Cisneros y Fuentes de Nava en un itinerario expositivo singular que supone ordenar un inmenso catálogo artístico renacentista de incalculable valor. Esta fusión en un museo territorial supone un recorrido de unos 50 kilómetros que lleva a cada una de las cinco etapas que configuran las cinco iglesias convertidas en sedes del proyecto: Santa María, en Becerril de Campos; Santa Eulalia, en Paredes de Nava; las iglesias de San Pedro y San Facundo y San Primitivo en Cisneros; y, por último, la iglesia de Santa María, en Fuentes de Nava.?Localidades donde nacieron, vivieron y trabajaron en sus talleres algunos de los protagonistas?de este museo, figuras?fundamentales para entender?el surgimiento y la evolución del?Renacimiento en España.?

Toda la información sobre Campos del Renacimiento está disponible en su página web www.camposdelrenacimiento.com y en sus cuentas oficiales de Facebook (Campos del Renacimiento) e Instagram (@camposdelrenacimiento), en las que se puede seguir, además, toda la actualidad sobre el museo.