San Francisco recibe más de 2.000 visitas

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El delegado diocesano de Patrimonio Artístico, José Luis Calvo, califica de acertada la iniciativa y avanza la intención de repetir la experiencia en verano

San Francisco recibe más de 2.000 visitas - Foto: Nuria Sastre

La Diócesis decidió abrir este verano San Francisco al turismo, desde el 16 de julio hasta el 15 de septiembre (de 17 a 20 horas), periodo en que se contabilizaron 2.018 visitantes, 113 de ellos extrajeros. «Ha sido un acierto», afirma el delegado diocesano de Patrimonio Artístico, José Luis Calvo. Y es que «todos pudieron ver  y apreciar esta gran iglesia conventual, disfrutar del arte y la historia que contiene. Desde el siglo XII hasta hoy ha sido un foco de fe y espiritualidad franciscana,  jesuítica  y diocesano», subrayó. La idea, avanzada por Calvo, es repetir la experiencia en verano.

El convento de San Francisco  fue fundado por el obispo Tello Téllez de Meneses en 1246, mediante bula concedida por el papa Inocencio IV. Fue albergue de monarcas, de juntas nobiliarias, de reuniones, y conspiraciones durante los reinados de Fernando IV y Alfonso XI. Se celebraron cortes, señeras asambleas locales, sesiones municipales e importantes capítulos de la orden.

La iglesia conventual fue levantada según el gusto gótico y modelos franciscanos, con una sola nave, capillas de épocas posteriores y un ábside con triple cabecera. Esta con arcos, bóveda y ventanales góticos, hoy tapados los del presbiterio por un retablo barroco. 

Dedicada a Nuestra Señora de los Ángeles, se rehizo en el siglo XVII, después de sufrir un incendio que acabó con la mayor parte de los artesonados mudéjares. Se cubrió con bóvedas barrocas, elevaron los muros, decoraron las capillas al gusto barroco y abrieron nuevos vanos. Del primitivo alfarje mudéjar solo se conserva el del soto coro del siglo XV, y el artesonado de la antigua sala capitular.

La capilla mayor del convento de San Francisco, que  fue objeto de modificaciones a lo largo de los siglos, tuvo diferentes propietarios, es decir, familias nobles adquirieron derechos de uso, bien por vía de donaciones, compra, mandas testamentarias o concesiones que la comunidad franciscana hizo como reconocimiento a su condición de bienhechores muy importantes, o cumpliendo los protocolos.

En la fachada del edificio hubo un gran óculo acorde a modelos del convento de Asís, que iluminaría todo el templo y que fue cerrado en el siglo XVIII. En los muros sur y norte se abrieron ventanales góticos de los que en la actualidad solo quedan restos. El actual rosetón de la fachada fue construido a mediados del siglo XX. La fachada está rematada por una monumental y original espadaña. A los pies se levantaba un atrio, con arcos apuntados y cubierto en su origen, posiblemente con alfarje mudéjar. Hoy día todo muy transformado.

Entre los atractivos de San Francisco, mencionar que fue el lugar de enterramiento del conde Don Tello; el retablo mayor, que fue realizado en el primer tercio del siglo XVIII por Alonso del Manzano; la capilla de los Sarmiento, donde lo más llamativo es el precioso mausoleo con estatua orante, obra del yesero carrionés don Alonso Martínez; la sacristía, que es la parte más antigua del conjunto arquitectónico, de principios del siglo XIII.

Respecto a la situación del templo de San Francisco, propiedad de la Diócesis, esta manifiesta que en las dependencias del claustro tiene la sede la Cofradía Penitencial del Jesús Crucificado y Nuestra Madre Dolorosa. Asimismo, en un lateral está la capilla perteneciente a la Orden Tercera franciscana. Explica que en el templo también desarrolla parte de su actividad formativa la Escuela Provincial de Órgano de Palencia Fray Domingo de Aguirre. Señala asismismo que «viene planteando como futuro posible para todas las dependencias anejas al templo (claustro, locales....) la rehabilitación para un espacio cultural público».